El dato más sobresaliente de las elecciones nacionales fue la votación obtenida por la papeleta blanca del SÍ en el plebiscito de la Seguridad Social. La campaña que se pusieron al hombro los trabajadores desde abajo, en cada fábrica, cada liceo, cada barrio, cada lugar de trabajo y estudio, impuso que el eje central de las elecciones fuera la discusión sobre este plebiscito y así se lograron obtener más de 900mil votos (casi un 40%).
Fue un reflejo a nivel electoral de un duro enfrentamiento de clases: de un lado los que quieren explotarnos cada vez más y del otro los trabajadores defendiendo nuestros derechos.
Si bien el plebiscito no triunfa a nivel electoral, el significado político de esa cifra es lo determinante.
Son 900mil votos contra el gobierno corrupto de Lacalle Pou que se desvivió por atacar de todas las formas posibles el plebiscito.
Son 900mil votos de rebeldía y desobediencia contra la máxima dirección del Frente Amplio. Yamandú Orsi, Carolina Cosse, Mujica, los “111 expertos”, todos ellos se unieron con el gobierno corrupto de Lacalle Pou contra los intereses obreros y populares.
La base frenteamplista votó masivamente el SÍ porque defienden sus intereses y no los del capital financiero como hicieron sus máximos dirigentes.
Son 900mil votos que de hecho cuestionaron y desenmascararon uno de los pilares fundamentales del capitalismo decadente uruguayo, como lo son las AFAP. Es un cuestionamiento al robo cotidiano de nuestros salarios y jubilaciones en beneficio de un puñado de explotadores que especulan y se enriquecen con nuestro dinero.
Eso es lo que van a querer mantener a rajatabla gane quien gane el balotaje. Mantener las ganancias fabulosas de las AFAP, de las multinacionales como Minerva y UPM, de los agroexportadores.
Por ese camino va el plan económico del futuro gobierno sea este el de Delgado con Labat o el de Orsi con Oddone. Para eso van a negociar en el futuro Parlamento.
Después de los resultados electorales, donde ni el FA ni la Coalición de derecha lograron obtener mayoría en la Cámara de Diputados ya están colocando de manera clara la necesidad de lograr acuerdos. La pelea entre los candidatos de cara al balotaje es quien garantiza lograr mejor esos acuerdos antiobreros.
El electo senador por el MPP, Daniel Caggiani ya afirmó que: “nosotros vamos a negociar con todos (…) en esto hay que ser muy flexible y hábil para construir las mayorías necesarias (…) hay miradas que pueden ser complementarias” (1).
En el mismo sentido, Álvaro Delgado declaró esta situación “obliga a generar acuerdos (…) El país no va a estar trancado, voy a hablar con todos” (2).
Es la expresión del gran acuerdo de fondo entre los máximos dirigentes del FA y los partidos de la vieja derecha, el mismo acuerdo que los puso a todos juntos contra el plebiscito. Es el acuerdo en mantener este capitalismo decadente que nos roba la jubilación.
Cómo seguimos
Sabemos que las bases del FA, las mayorías obreras y populares, compañeros con quienes peleamos por el SÍ, votarán, aunque con bronca y descontento, a Orsi para evitar el triunfo de Delgado.
Nosotros respetamos profundamente su decisión, pero no la compartimos, ya que son candidatos que defienden las AFAP. Por eso nuestro partido llama a votar nulo en segunda vuelta.
Eso no impide seguir conversando y encontrándonos codo a codo en cada lucha. Y seguro reclamando derechos que nos quieren arrebatar.
Los trabajadores logramos dar una impresionante batalla política donde quedó muy claro quien está con los explotados y quienes con los explotadores.
No cabe duda que la magnitud de la votación es una gran base para mantener la lucha por abajo. Cada comité por el SÍ es una gran base organizativa para continuar la pelea, ahora con los métodos históricos de nuestra clase como son los paros, los piquetes y las movilizaciones.
Al mismo tiempo será fundamental comenzar a discutir la necesidad de poner en pie una alternativa obrera, socialista, que luche por terminar con este capitalismo decadente y sus defensores, donde los trabajadores le den la espalda a los dirigentes falsos izquierdistas que eligieron colocarse sin miramientos del lado del capital.
Fuentes: