Se va terminando un año que ha sido duro para los trabajadores y sectores populares. La pandemia significó muertes y contagios evitables producto de la política de la “nueva normalidad”. Además trastocó la vida cotidiana de los trabajadores y trabajadoras. El encierro y aislamiento provocó una mayor violencia contra las mujeres en sus casas, incertidumbre en los obreros informales y 100mil personas fueron empujadas a la miseria mencionadas como los nuevos pobres. La clase obrera sufrió despidos, rebaja de salarios y flexibilización laboral, pues las patronales con el beneplácito de este gobierno de los dueños del Uruguay, aprovecharon la volada para ajustarnos.
En esas condiciones los trabajadores y sectores populares “salen” de la pandemia: con más pobreza, menos trabajo, menos salario, recortes y aumento de las tarifas y el costo de vida. Son las mismas consecuencias, al modo y ritmo uruguayo, que han ocurrido en todo el mundo producto de este sistema capitalista y sus gobiernos que hacen recaer el peso de la crisis sobre nuestras espaldas.
En este escenario los trabajadores dieron varias e importantes luchas durante el año. En la educación pública contra los recortes y las sanciones a docentes, en la planta de UPM2, en los organismos del Estado como en ANCAP, UTE u OSE, en la pesca, en la industria frigorífica, con el duro conflicto de los obreros y obreras de SOOFRICA. Y como telón de fondo la paralización por días en el puerto de Montevideo. Estas luchas dieron el marco del último paro general en setiembre, producto de la bronca masiva entre los trabajadores.
A esto hay que sumar la importante lucha por los DDHH que el 20 de mayo se hizo sentir en todo el país y la juntada de firmas contra la LUC que -tomada y organizada desde las bases-, terminó por asestar un primer golpe al gobierno multicolor.
Producto de ese golpe es que ahora este gobierno antiobrero, haciendo cálculos para tratar de evitar una derrota en el referéndum, posterga los aumentos de los combustibles y va pateando para adelante o pasando más gradualmente la contrarreforma de la seguridad social y varios ajustes que nos quieren seguir aplicando.
Ha sido la lucha, la organización y la iniciativa por abajo la que le ha puesto un cierto freno al gobierno, por lo cual no ha avanzado aún a fondo. Esto demuestra dos cosas importantes. Una, que el gobierno no es invencible, por el contrario, se lo puede hacer retroceder y obtener triunfos aunque sean parciales . Y dos, que el camino para ello ha demostrado ser la lucha y organización por abajo, como lo demostraron las bases. Esa es la principal lección que debemos incorporar.
Si no se ha avanzado más en la lucha contra el gobierno es porque, lamentablemente, la dirección mayoritaria del PIT-CNT no unificó todos los conflictos y reclamos en una sola gran pelea con un plan de lucha, sino que se limitó a algun paro aislado. Tampoco los dirigentes del Frente Amplio estuvieron interesados en la lucha, pues están más preocupados por las negociaciones parlamentarias y ya se disputan lugares por los cargos para las elecciones de 2024. Es que en el fondo, a pesar de su discursos, estos dirigentes no quieren enfrentar a fondo a este gobierno de derecha y menos aún tirar el sistema capitalista.
Y si hay algo que la pandemia a puesto al rojo vivo en Uruguay y el planeta entero, es que este sistema podrido, solo preocupado por el lucro de unos pocos multimillonarios, no va más; no se puede reformar, ni mejorar.
Por eso los trabajadores y sectores populares tenemos el desafío de construir una nueva dirección política. Una dirección obrera, de los explotados y explotadas, que no especule con cálculos electorales o los cargos muy bien remunerados en los Ministerios y el Parlamento.
Una dirección que quiera realmente enfrentar al gobierno de manera consecuente, impulsando la lucha, la organización desde abajo y la unificación de todas las peleas.
Una dirección que sólo se deba a los explotados y oprimidos, y que proponga una salida revolucionaria al capitalismo: la construcción del socialismo, donde los trabajadores y sectores populares gobiernen con sus propios organismos.
Desde Izquierda Socialista de los Trabajadores y la LIT-CI, te invitamos a que te sumes a nosotros y pongamos manos a la obra en esa tarea construyendo la dirección revolucionaria que necesitamos al calor de las duras luchas que seguro nos esperan a los trabajadores y trabajadoras bajo este gobierno y el capitalismo decadente.