En nombre de “proteger” el empleo, este gobierno ha fijado nuevamente pautas salariales de ajuste, que de aplicarse, significarán una pérdida en el poder de compra de nuestros sueldos. Mientras nos aumentaron la garrafa de gas en un 15% en el mes de febrero, ahora pretenden fijar un tope miserable del 8,5% para nuestros salarios.

Esto es una burla. Estas pautas de los Consejos de Salarios no cubren para nada los aumentos aplicados en las tarifas públicas, las subas en los productos de primera necesidad, y mucho menos la estampida de precios en frutas y verduras, convertidas en mercaderías de lujo para los trabajadores.

A esta rebaja en los sueldos se debe sumar una política de privatización que avanza: la Ley de Riego, las tercerizaciones en la petrolera estatal Ancap, como también en Ose, Ute y Antel. De esta manera, todo el Estado se está poniendo al servicio de las patronales privadas, para que hagan un gran negocio.

Ellos, los empresarios, las ONGs, hacen fortunas y se enriquecen a expensas del Estado y de precarizar nuestro trabajo. Las multinacionales a las que exoneran de pagar impuestos y les brindan grandes beneficios, junto a los siderales pagos destinados a la deuda externa, son la explicación y muestra de cómo el gobierno del Frente Amplio (FA), beneficia a los más ricos y recorta cada vez más los salarios y los derechos de los trabajadores, jubilados y estudiantes.

Todos los partidos patronales están contra los trabajadores

Todas estas medidas del gobierno cuentan con el respaldo de Blancos, Colorados, Novick y el P. Independiente. Porque a pesar de los discursos para la televisión (con los cuales intentan posar de “oposición” para tratar de quedar mejor parados en las futuras elecciones) se han turnado y han prestado sus votos para garantizar que se aplique esta política contra los trabajadores. Ellos no son ninguna alternativa y por el contrario, piden más ajuste, privatización y garrote contra los trabajadores.

La necesidad de una dirección sindical al servicio de la lucha

La dirección del PIT-CNT, que anuncia una y otra vez, de palabra, que enfrentará la embestida del gobierno y las patronales, ha llamado apenas a un flojo paro parcial, donde no garantizó ni siquiera una gran movilización. Marcelo Abdala tuvo un discurso tibio, en el que dedicó la mayoría del mismo a hablarnos del “avance de la derecha”. No habló de unificar la lucha, y menos aún de poner a consideración medidas para continuar la pelea. Estos dirigentes han perdido la independencia de clase, están atados al gobierno y la mayoría del tiempo pasan de reunión en reunión, mientras las medidas contra los trabajadores que aplica este gobierno del FA, avanzan.

Menos reuniones y más lucha exijamos paro general activo

Debemos exigir al PIT-CNT la convocatoria a un paro general de 24 horas. Junto con el paro, debe convocarse a grandes asambleas y desde las bases definir un plan de lucha. Quienes debemos decidir somos los trabajadores y no los dirigentes. El plan de lucha no debe ser por sector, no podemos seguir divididos.

Si queremos ganar, debemos unificarnos todos los trabajadores: públicos y privados, jubilados, estudiantes y los desocupados, en una gran pelea escalonada hasta derrotar estas medidas del gobierno.

Pero esta tarea no puede quedar en manos de esta cúpula de dirigentes burocratizados. Hay que tomar la tarea en nuestras manos. En el curso de las luchas, debemos elegir nuevos delegados, en las empresas, liceos, facultad y en los barrios.

Debemos organizarnos y discutir entre todos como salir a pelear y unificar las luchas que están en curso.

Desde Izquierda Socialista de los Trabajadores (IST), te llamamos a venir con nosotros para llevar adelante esta tarea.

 

Editorial Rebelión n°45 – Abril 2018