Las y los trabajadores del Frigorífico Canelones agrupados en SOOFRICA y reunidos en asamblea general el día 20 de enero, resolvieron aceptar el acuerdo plasmado en un nuevo Convenio Colectivo. Esto ha llevado a la reapertura de la planta y la recuperación de los puestos de trabajo sin despidos.
Más de trece meses de lucha organizada por las obreras y obreros de SOOFRICA lograron frenaron gran parte de las medidas antiobreras que quería aplicar la multinacional Minerva. Sin embargo, estos piratas multinacionales, junto a las Cámaras patronales y el gobierno de turno, lograron imponer una rebaja de salarios que usaron como chantaje para volver a poner la planta en funcionamiento.
Pero Minerva y el gobierno no se la llevaron de arriba ni pudieron imponer todo lo que hubieran deseado. Las obreras y obreros del Frigorífico Canelones dieron una gran batalla contra la patronal. Al paso de la pelea se fueron incorporando nuevos compañeros de base que fortalecieron al sindicato. Esa camada de nuevos activistas se colocó al frente, fueron vanguardia en la organización y un enorme punto de apoyo a la dirección del Comité de Base.
Desde IST con nuestras humildes fuerzas, acompañamos en viarias instancias esta lucha y nos colocamos a disposición de las necesidades de los obreros. Con esta nota, intentaremos aportar algunos elementos, que desde nuestro punto de vista, pueden servir para un balance sobre esta gran lucha. Por eso nos interesa charlarlo, discutirlo y enriquecerlo con la participación y opinión de sus principales protagonistas, los obreros.
1) El balance de la lucha de clases no es un balance contable
Que la empresa haya logrado imponer una rebaja salarial hace que algunos compañeros, tomando como central este aspecto económico, opinen que de conjunto la lucha terminó en un retroceso.
Para nosotros, el balance de un conflicto no es solo financiero, si bien este es uno de sus elementos: no lo podemos realizar como lo haría el contador de la empresa, que toma como central únicamente las ganancias o pérdidas económicas.
Desde el punto de vista marxista, un balance de la lucha de clases debe abordar un conjunto de elementos. La situación mundial, regional y nacional de la clase obrera, la correlación de fuerzas en este conflicto entre Minerva y los obreros; las medidas que se llevaron adelante y su forma (por ejemplo, si fueron consultadas debatidas en asamblea y votadas por la base). A esto sumaremos otros elementos como el salarial, si existieron despidos, si la patronal se impuso mediante la represión, si logró debilitar al sindicato, etc.
Las respuestas que demos a estas cuestiones, nos ayudarán a responder algo muy importante para evaluar el conflicto:¿Cómo salen moralmente los obreros y su organización luego de la lucha?
2) Una pequeña mirada al marco internacional: el ejemplo de Chile
Hoy los gobiernos capitalistas aplican planes de ajuste contra los trabajadores en todo el mundo y cada vez más sectores son empujados a la pobreza. En Uruguay, por ejemplo, el conjunto de la clase trabajadora sufrió una rebaja salarial en los últimos Consejos de Salarios.
Si tomáramos ese único elemento -lo que a nuestro criterio sería un error-, deberíamos concluir que la clase trabajadora fue derrotada. Pero esta sería una mirada economicista, que no toma en cuenta que el capitalismo desde hace décadas aplica, en general, una dinámica de contrarrevolución económica permanente que en las épocas de crisis se hace evidente, y con la que aumenta sus ganancias mientras la masa salarial decrece cada vez más.
En el proceso revolucionario de las amplias capas de las masas en Chile, si bien lo desencadenante fue la suba del precio del metro, lo económico se trasformó en político: hubo un salto en la conciencia, y ya el reclamo no eran los 30 pesos de aumento en sí. El pueblo ahora quiere echar a Piñera y liquidar la Constitución pinochetista. Y a pesar de no haber logros económicos sustanciales (por el contrario, siguen los bajos salarios, las bajas jubilaciones, y hasta existieron protestas por el hambre), en Chile se vive un proceso revolucionario que atraviesa por diferentes momentos.
Otros ejemplos de lucha como en Ecuador, Paraguay, Bolivia, Honduras o los chalecos amarillos en Francia, también demuestran que son procesos que serían imposibles de analizar en toda su riqueza si solo aplicamos una mirada economicista como fundamental para afirmar si hay un triunfo o una derrotas del movimiento de masas. Creemos que este criterio también debe aplicarse para el conflicto de los trabajadores de SOOFRICA.
3) El conflicto: la pueblada de Canelones, marcha a pie a Montevideo y el paro general
A nivel nacional, el conflicto de SOOFRICA se da en un marco donde en la industria las patronales arremeten con despidos y rebajas salariales. A modo de ejemplo reciente, el Frigorífico Clay acaba de sufrir una dura rebaja ¡del 65%! con amenazas de despido para quienes no acepten.
En ese contexto, el objetivo central de la lucha en el Frigorífico Canelones exigía la reapertura de la planta, que la misma fuera con los 600 trabajadores adentro y manteniendo todas las conquistas. Para ello el Comité de Base de SOOFRICA aplicó un método diferente a la enorme mayoría de las direcciones sindicales. No firmó el primer día el “acuerdo” que les pretendía imponer la patronal. Los compañeros utilizaron la democracia obrera, planificaron y dieron una batalla que en nuestra opinión fue una gesta histórica.
La pueblada de Canelones, en marzo de 2020, fue una multitudinaria manifestación que inundó la ciudad, con lo cual se puso de manifiesto que las obreras y obreros no estaban solos. Retomando una histórica y valiosa tradición, se forjó una fuerte unidad en torno a la lucha obrera como hace décadas no se veía en en nuestro país.
Decenas de miles los acompañamos llenando las calles, muchos pequeños comercios bajaron cortina en solidaridad y los trabajadores de la Salud de Comeca, los de Supermercados y muchos vecinos salieron a las veredas para apoyar el reclamo de reapertura exigido por los obreros. El escenario montado sobre la histórica Calle Ancha y la voz enronquecida de gritar, marcaron a fuego el comienzo de esta pelea.
Luego vendrían dos días históricos. El 27 de julio partió muy temprano la Marcha a Pie a Montevideo. Esta fue acompañada a su paso por los trabajadores de fábricas y vecinos que se congregaban en las veredas para alentar esta gesta obrera. Cada paso daba más fuerza y la columna de trabajadoras y trabajadores atrajo a la calle a militantes de otros sindicatos que marcharon en conjunto. Tan fuerte era el impacto de esta lucha, que incluso por algún tramo se vio obligado a hacerse presente Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT.
Al otro día, en medio de un paro general de la Federación de la Carne, SOOFRICA se movilizó, renovó su fuerza y con el apoyo de varios gremios marchó, primero hacia la Torre Ejecutiva y luego al Ministerio de Trabajo.
Tan profundo y de tal magnitud era el conflicto, que de la histórica Marcha a Pie se realizó un documental audiovisual donde se retrataba la lucha de los obreros. Este documental mostró a los protagonistas de la historia, los que producen la riqueza, las y los trabajadores. El mismo fue proyectado en la Plaza principal de Canelones, lo que también fue otro logro que fue acompañado por cientos de personas. Más tarde fue reproducido también en otros ámbitos, a lo que se sumó una exposición fotográfica histórica sobre el Frigorífico y sus obreros.
Otra importante línea de organización fue la olla popular “Contagiando Solidaridad” instalada en el sindicato, aportando en medio del conflicto un plato de comida para quienes pasan hambre. Allí otro contingente obrero se dio cita cada miércoles, garantizando más de doscientos platos de comida, profundizando el vínculo con el barrio y haciendo de esa actividad un punto de encuentro donde los obreros aprovechaban para debatir su situación, para darse ánimo en los momentos más duros de la lucha, para pensar en cada momento como continuar la pelea.
Y se continuó. Se viajó a Cerro Largo, al frigorífico PUL y luego al Carrasco. Allí, con un especialmente destacado activismo de las mujeres obreras, se dialogó con las bases, con sus compañeros que son explotados en un lugar distante pero por la misma patronal. Se conversó de la necesaria unidad y la situación del conflicto, y los obreros recogieron muchas voces de esas bases que se mostraban de acuerdo con la lucha.
En el mes de setiembre, en medio del paro general convocado por el PIT-CNT, donde la mayoría de la dirección de la Central decidió no realizar ninguna movilización, los obreros de SOOFRICA lograron realizar un paro activo con un importante acto, apoyados por la Coordinación de Sindicatos
Estos enormes logros fueron arrancados por la aguerrida lucha de las obreras y obreros de SOOFRICA, por esta pelea el sindicato de base es conocido a nivel nacional. Su pelea repercutió en todo el movimiento obrero, en los medios y en varios departamentos de Uruguay. Hubo también declaraciones de solidaridad de la CONLUTAS de Brasil, de la fábrica de Felfort de Argentina, entre otras.
Sin duda este conflicto marcó un hito en nuestro país. Rescató una histórica tradición de lucha que parecían olvidadas por el movimiento obrero uruguayo u conquistó una fuerte solidaridad. Nos mostró los enormes pasos que puede dar la resistencia, la organización y la lucha obrera, como no se veía en Uruguay desde hace mucho tiempo.
Un ejemplo molesto para las Cámaras empresariales y el gobierno
Sin duda la lucha de SOOFRICA era un ejemplo muy molesto para la multinacional Minerva, el gobierno y las Cámaras Empresariales. El objetivo de las patronales era derrotar incondicionalmente a SOOFRICA y sumergir aún más al resto del gremio de la carne y todo el movimiento obrero. Por eso la unidad entre la patronal y sus representantes en el gobierno a través del Ministerio de Trabajo, sellaron una alianza contra SOOFRICA. Por supuesto que la patronal y el Ministerio tenían discursos diferentes, pero un mismo objetivo: derrotar a los trabajadores.
Pero el gobierno y la patronal no pudieron imponer una derrota como la que ellos querían. Eso fue gracias a la fortaleza obrera construida desde la base del gremio y la solidaridad conquistada. El avance patronal se da en el terreno del salario y la violación del anterior Convenio Colectivo con respecto a las licencias.
Pero la moral de los centenares que participaron de la asamblea el 20 de enero era alta, porque saben que le frenaron muchas medidas que la multinacional. Lo saben porque lo vivieron, no se lo contaron; y saben que el sindicato y el lazo entre los compañeros y compañeras sale fortalecido luego de un histórico conflicto.
Ahora, como se mencionó en la asamblea, se abre una nueva etapa. Ya dentro de la fábrica se buscará ampliar la unidad interna, con aquellos que por diferentes razones estuvieron menos o no pudieron estar.
La organización y la conciencia avanzó y tiene claro que el enemigo es la patronal capitalista, la multinacional Minerva y cada gobierno de turno contra los habrá que volver en forma paciente a organizarse para las futuras luchas que seguro vendrán.
Los obreros y obreras de SOOFRICA (y del movimiento obrero de conjunto), tienen una muy rica experiencia para sacar muchas conclusiones. Esperamos con esta nota colaborar humildemente en ese objetivo..