por Jeniffer – Canelones
Vivo en Colonia Nicolich, un barrio del área metropolitana sobre la ruta 102, a tan sólo veintiséis kilómetros del centro de Montevideo. Pero los trabajadores y trabajadoras de esta zona ( y de otras tantas) tenemos que pagar $ 136 por día para poder llegar a nuestros lugares de trabajo. Si sacamos la cuenta son unos $ 3.400 por mes, esto es demasiado para el bolsillo de un obrero, sobre si todo si cobra un salario mínimo, como sucede en la mayoría de los casos.
La situación se agrava cuando hay que tomar más de un ómnibus. Hoy por hoy, tener que sacar un boleto metropolitano implica gastar $86 de ida y lo mismo para volver. Personalmente, me pasó de tener que tomar cuatro ómnibus para llegar a la empresa en la cual trabajaba.
Y estamos hablando sólo de ir a trabajar, pero ¿qué pasa cuando tenés que ir al hospital?, una vecina lleva a su hijo al neuropediatra todas las semanas y como el niño tiene siete años paga boleto, ella debe disponer de $ 272, sólo para locomoción. ¿Y el derecho al esparcimiento? Si querés ir a pasear con tu familia un solo día ¿cuánto necesitás para el boleto? Si son cuatro personas, $ 544, sólo de traslado.
La Intendencia de Canelones ha tomado algunas medidas para tratar de “reducir” el costo del boleto, pero hasta ahora sólo han sido medidas muy tibias, que poco ayudan a los trabajadores. Se necesita una rebaja sustancial en el precio del boleto. Podríamos pedir que el boleto interdepartamental cueste lo mismo que en Montevideo, pero ¿es barato el boleto en Montevideo?. $ 38 pesos un boleto, es mucho. ¡Es un dólar! Y en Montevideo las rebajas también son ilusorias. No debemos conformarnos con espejitos de colores. El boleto es caro. Aunque el servicio fuera bueno, que no lo es, no justifica ese precio. El servicio no es bueno porque no hay suficientes frecuencias, lo que hace que las personas viajen hacinadas en horas pico, además se necesitan más unidades acondicionadas para personas con discapacidad y personal capacitado para atenderlas como corresponde.
Debemos exigir un transporte digno y un precio acorde al bolsillo de trabajadores y trabajadoras.
Eso sólo puede lograrse a través de la lucha por nuestros derechos.
¡La rebaja del boleto para trabajadores y trabajadoras es posible!