Desde Rebelión entrevistamos a Federico Kreimerman, dirigente de FFOSE perseguido por luchar para conocer la opinión de los trabajadores sobre la situación de la empresa estatal.
Rebelión: ¿Cuál es la situación de los trabajadores en OSE?
FK: La situación de los trabajadores de OSE sigue siendo la de la precarización laboral como consecuencia del desmantelamiento de las empresas públicas, de la pérdida de funcionarios. Particularmente hoy se vive una situación acuciante, producto también de una mala gestión, más allá de los aspectos ideológicos la OSE se ha quedado casi sin fondos de caja, del dinero cotidiano y ha habido fuertes recortes que afectan las condiciones de trabajo.
Muchos servicios dependen de las horas extras de los funcionarios, de viáticos, ya que hay zonas del país donde ya no hay personal debido a los recortes, entonces se atiende con cuadrillas de funcionarios de otras localidades a los que se les debe otorgar un viático por hacer más de 100 o 150 km. Eso hoy también ha sido limitado, por lo tanto hay servicios que están bajando su calidad porque no hay personal para atenderlos.
Además, como contrapartida, no tenemos salario vacacional, los funcionarios de las empresas públicas tenemos lo que se llama salario de retribución variable, que básicamente es un salario anual ajustado a metas. Desde el punto de vista de gestión empresarial que se impuso en el año 2013 en las empresa públicas y que no fue pagado a la baja en abril de este año, dado que los indicadores del año anterior fueron malos, lo cual es obvio porque estuvo la crisis hídrica.
Hay indicadores que son de gestión empresarial, como gestión al público, satisfacción del cliente y que dieron obviamente negativos, esto terminó impactando en nuestro salario, llegando a cobrar de 5 a 15.000 pesos menos (según lugar de trabajo). Después de las medidas adoptadas y los conflictos se aceptó por parte de la empresa reliquidar modificando los indicadores, es decir, aceptaron que estaba mal utilizar los indicadores que en definitiva hacen recaer el costo de una crisis hídrica, de la cual los trabajadores no somos responsables y que además estuvo mal manejada, sobre el bolsillo de los trabajadores. Esta es la situación de una empresa que sigue estando al límite con respecto a sus capacidades desde el punto de vista de las inversiones y de la cantidad de funcionarios.
Rebelión: ¿Y el Proyecto Neptuno?
FK: Por otro lado, con respecto al Proyecto Neptuno, hoy está, desde el punto de vista judicial, detenido por la sentencia de medida cautelar que dispuso el juez Recarey. Justamente basado en la demanda que hicieron las organizaciones sociales, auspiciado por la clínica de litigio estratégico de la facultad de derecho. Donde se plantean los tres cuestionamientos que también desde FOSE los trabajadores venimos planteando.
Por un lado la pertinencia de la ubicación del proyecto neptuno en el balneario Arazatí, y que eso garantice una agua de calidad, dado los problemas de salinidad que la propia crisis hídrica y sequía demostró que tenía el río de la Plata. También está el impacto ambiental de esa obra, que se adjudicó al consorcio ganador sin haber hecho los estudios de impacto ambiental correspondientes. Incluso se comenzaron a expropiar terrenos sin saber realmente cuál va a ser el impacto ambiental.
Sabemos que va a modificar seriamente la playa que es una zona turística, también se tienen que inundar una serie de campos para construir la reserva de agua llamada polder, y estamos hablando de tierras muy fértiles, de índice coneat muy alto, lo que genera controversias con los propios productores de la zona, así que hoy está detenida la obra en parte por eso también. Y el tercer aspecto es el financiero que es fuertemente cuestionable por dos cosas. Primero, estamos hablando de una inversión privada que luego opera en la infraestructura, en la planta de agua y la OSE le tiene que comprar el agua en definitiva. Le tiene que pagar una especie de alquiler de la infraestructura pero el dueño es el privado. Lo cual con el artículo 47 de la constitución, artículo que puso el plebiscito del 2004 en defensa del agua que dice que el agua es un bien público.
Además por el negocio multimillonario que hay detrás que es injustificable ya que se trata de una obra que desde el punto de vista técnico cuesta unos 250 millones de dólares, pero el formato de negocio establece que la OSE le debe pagar a la empresa un canon anual de 45 millones de dólares durante 28 años, esto hace que la obra termina costandole a OSE más de mil millones de dólares. Totalmente injustificable, compromete un presupuesto de la empresa pública durante los próximos 28 años en números exorbitantes. Por otro lado se abre el cuestionamiento de quién paga este negocio, es algo que reclamamos nosotros y que llevó a la actual medida de detención.
Rebelión: ¿Algo más que quieras agregar?
FK: Por último agregar que toda esta situación de la OSE no es ajena a la política de reducción del estado. Reducción que es en los hechos desde el punto de vista de los trabajadores pero no desde el punto de vista del gasto porque en la OSE, en los últimos 30 años trabajan aproximadamente 6.000 personas. Es decir, hace 30 años trabajaban 6.000 funcionarios públicos en OSE y hoy somos 3200 funcionarios más unos 1500 tercerizados más otros centenares por la vía de las llamadas cooperativas sociales.
En definitiva, los vínculos laborales con la OSE sigue habiendo en el entorno de 6.000, la diferencia es que ha cambiado la forma de contratación. lo cual ha precarizado cada vez más, teniendo trabajadores tercerizados, zafrales y demás. Así que esa es la realidad que se vive en la OSE hoy, lo cual demuestra que para brindar un adecuado servicio de agua y de saneamiento en los diferentes punto del país, la cantidad de trabajadores no ha cambiado. de hecho en este último tiempo se han aumentado muchísimo los servicio con respecto a hace 30 años y sin embargo se han reducido la plantilla de funcionarios genuinos de la empresa.
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