Este primero de mayo se conmemoran condensadas en una fecha, las enormes y duras luchas obreras en las que los trabajadores comenzaron a organizarse, utilizando la huelga y la movilización en las calles para pelear y conquistar sus reclamos. Ni la historia, ni la fecha evoca un día de fiesta ni un paseo a la plaza. El primero de mayo es una jornada de lucha mundial de clase obrera internacional contra las patronales, el Estado burgués y sus gobiernos de turno.
Fue la patronal, la clase burguesa y su aparato represivo en Estados Unidos, quienes marcaron a sangre y fuego esta fecha, para intentar acallar a la clase obrera. A mediados del siglo XIX los conflictos crecían y con ellos la organización, la huelga y las protestas. Se luchaba por las 8 horas de trabajo (se trabajaba 12 o 14 horas). El movimiento fue tan grande, como así el miedo de las patronales, que llevó a que muchos trabajadores conquistaron el reclamo con solo la amenaza de huelga. Otros debían recurrir a largos paros que se extendieron por semanas. En Chicago las patronales más reaccionarias no querían aflojar. Fue así que se profundizó la pelea y se realizó un gran acto con más de 20 mil trabajadores.
Una bomba arrojada por la propia policía o provocadores sirvió como pretexto para llevar adelante una carnicería donde fueron asesinados decenas de obreros y otros detenidos. Un falso juicio se montó contra algunos oradores y activistas en su mayoría dirigentes anarquistas. Su único crimen fue haber tenido la valentía de reclamar, 8 horas de trabajo, 8 horas para descansar y 8 horas para el esparcimiento y no ceder ni transar con las patronales.
Los socialistas revolucionarios reivindicamos esos métodos históricos de lucha de nuestra clase
Hoy el mundo es recorrido, principalmente en Europa, por centenas de huelgas y luchas obreras. Francia ha mostrado de lo que es capaz la clase obrera cuando se le quiere arrebatar sus derechos. En Italia, Inglaterra, Alemania y España, se ha paralizado el transporte ferroviario, los puertos, los aeropuertos, la salud pública y la educación. La clase trabajadora se pone de pie y vuelve a mostrar su fuerza.
Las explosiones sociales y paros que se dieron en Chile, Colombia y en el Perú, muestran que los aliados de la clase obrera comparten los métodos de lucha y se rebelan contra el hambre y la miseria. El mundo capitalista cada vez arrastra a la miseria y la desesperación a un grupo mayor de personas que se cuentan por millones en el mundo.
El capitalismo hoy amenaza nuestra existencia incluida la del planeta en el que vivimos, contaminando el agua, el aire, destruyendo las selvas y arrasando con la naturaleza con el único fin de acrecentar su ganancia y el capital.
No hay salida dentro del capitalismo, no se puede construir un capitalismo más humano como quieren los llamados progresistas, eso es una enorme trampa para que la clase obrera deje de luchar.
Existe una salida y la misma no es esperar que pasen cinco años para votar un candidato que nos explote un poco menos. El sistema capitalista está corrompido de pies a cabeza, como lo muestra el actual gobierno con las denuncias de corrupción, entrega de pasaportes a narcos, las agachadas de la Justicia y ahora las acusaciones de pedofilia. El capitalismo es un sistema en decadencia que solo va a empeorar aún más.
La clase obrera para los marxistas esta llamada a encabezar la lucha para cambiar de raíz esta sociedad. No hay otra clase que la reemplace en esta tarea, de ser quien acaudille a los sectores oprimidos y pobres para realizar una revolución social.
Este nuevo primero de mayo decimos “que la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos”.