En el mes de agosto el imperialismo norteamericano mostró nuevos síntomas de crisis en su economía. La bolsa de valores y los mercados en todo el mundo temblaron frente al derrumbe de las acciones y la incertidumbre sobre la marcha de la mayor economía del mundo.
Con el aumento en las tasas de interés de la Reserva Federal, los economistas burgueses encarecieron el crédito y desalentaron el consumo y la inversión con el objetivo de bajar la inflación. Pero el dato sobre el empleo no fue una buena noticia. “El número de desempleados se situó en mayo en los 6,6 millones y mostró que el 40% los jóvenes recién graduados está subempleado. La desocupación sube mas entre los latinos y la población negra. (1)
En 2020, en plena pandemia la desocupación se situó cercana al 15%. En 2023 se recuperaron puestos de trabajo y el desempleo se situó en 3,4%, el más bajo desde 1969. Pero esa tendencia comenzó a cambiar. Un nuevo reporte de julio lo ubicó entre 4,1 y 4,3 %. Frente a ello reaccionó el mercado y se puso en discusión una posible recesión.
La clase trabajadora
En el año 2019 treinta mil maestros de Los Ángeles llevaron adelante una huelga indefinida por salarios que se replicó en varios Estados. En noviembre de 2022 periodistas y empleados del histórico medio norteamericano The New York Times entraron en huelga por 24 horas, la primera de esa magnitud en cuatro décadas. En el mes julio de 2023, actores, guionistas y empleados de Hollywood sindicalizados comenzaron una larga lucha que sumó a 17 mil actores y 11.500 guionistas que se movilizaron. Hubo conflictos de los trabajadores de Amazon y McDonald’s. Conductores de ómnibus, vendedores de libros, abogados, trabajadores de plantas de locomotoras, ferroviarios, amas de llaves de hoteles y empleados de cervecerías estuvieron en lucha.
Los trabajadores de la empresa Kaiser Permanente realizaron una huelga, la más importante del sector sanitario en la historia de Estados Unidos, sumando a más de 75.000 empleados.
La clase obrera industrial realizó una huelga escalonada en las tres mayores montadoras de automóviles en el país: General Motors, Ford y Stellantis. Por primera vez en la historia el Sindicato de los Trabajadores Automotrices realizó una huelga simultánea en las tres fábricas. Un informe de la empresa Gallup mostró que el 71% de los estadounidenses apoyaban a los sindicatos una cifra no vista desde 1965.
Movilizaciones por Palestina
Las ocupaciones en el metro de New York marcaron el comienzo de la solidaridad con Palestina. Los estudiantes universitarios ampliaron esa lucha ocupando Universidades y realizando protestas en las graduaciones. En el mes de julio la llegada a EEUU del sionista genocida Benjamín Netanyahu, volvió a encender grandes protestas en las afueras de la Casa Blanca y el Congreso.
A estas luchas hay que sumarle los antecedentes de grandísimas protestas por el asesinato a personas negras como el caso de George Floyd en el año 2020.
Las elecciones
Es en este marco de profunda crisis económica y perspectivas de recesión por un lado, y el ascenso de la pelea de trabajadores, estudiantes y negros por el otro se desarrollan las actuales elecciones estadounidenses. En ellas se postulan el ultraderichista Donald Trump del partido Republicano y Kamala Harris del Partido Demócrata.
De manera muy distorsionada la crisis, las luchas y la polarización social que se agrava, se expresan en las elecciones. El atentado contra Trump y la bajada de Biden a ser candidato así lo demuestran. Por su impacto mundial, es necesario seguir de cerca la situación de los trabajadores y de la burguesía imperialista, principal enemigo de la clase obrera mundial.
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