PROPUESTA DE REFORMA EDUCATIVA DE EDUY21
¿Qué tipo de cambio educativo podemos esperar de una reforma basada en los estudios del Banco Mundial?

EDUY 21 ya era una organización conocida en el medio educativo, pero su presentación en sociedad fue el 16 de mayo en el Salón de los Pasos perdidos del Palacio Legislativo. El lugar estaba acorde a lo que sus directores quieren lograr “un acuerdo nacional político y sindical para impulsar el cambio educativo”.

Escrito por Mónica

El mismo cambio, tal vez, que planteó el Presidente Vázquez cuando habló de cambiar el ADN de la educación. O el tan recordado discurso de Mujica cuando planteó: “Educación, educación y educación” al asumir el gobierno en el 2010. Pasaron 13 años y poco o nada se hizo.

La foto del acto dio mucho que hablar. En las primeras filas, donde se sentaron todos los políticos, autoridades y académicos más conocidos, no había una sola mujer. “La república de los varoncitos que quieren cambiar la educación” fue uno de los twits más irónicos sobre la imagen publicada en todos los medios.

Todos sabemos que las mujeres son mayoría en la comunidad docente y que, sin su participación, no habrá ningún cambio posible que sea significativo. Pero, para los organizadores fue tan solo un error. En realidad, es más profundo que un problema de género. Allí tampoco estaban las maestras y los docentes. Tampoco los estudiantes de los distintos centros de formación docente como magisterio, el IPA o los IFD departamentales.

Por el contrario, en esos mismos días, muchos liceos estaban en conflicto, como lo están hoy. Todos los docentes del país saben que sus reclamos deben ser votados en el Parlamento en este año, porque esta es la última rendición de cuentas que puede votar aumentos y presupuesto, ya que el año próximo no se puede por ser un año electoral.

La exigencia del 6% para educación más un 1% para investigación está en todas las pancartas. Sin embargo, el proyecto que el Poder Ejecutivo acaba de elevar al Parlamento apenas llega al 5% y el ministro Astori ya planteó que no hay más plata para la educación en este período. El ministro Murro tuvo el descaro de plantear que no se llega al 6% por lo bien que está la situación económica!!
En sus tres gobiernos, el Frente Amplio no solo no hizo ningún cambio de importancia en la educación, sino que dejó correr el Plan Bolonia en la Universidad así como fue dejando que el CODICEN impusiera su autoridad pasando por encima de las autonomías de los Consejos de primaria y Secundaria. Es cierto que se crearon algunas escuelas técnicas en el interior replicando el modelo de la UTU, pero conformando otra institución llamada UTEC.

La voz de los técnicos de EDUY21 responde a las pautas del Banco Mundial
EDUY21 propone algo similar al Plan Bolonia a nivel univerrsitario , pero adecuado al periodo educativo entre los 3 y los 18 años. El “nuevo modelo” se basa un discurso también muy “democrático” cuando señalan críticamente que: “Nuestro sistema educativo debe volverse menos burocrático, menos centralizado, menos auto-referido, más sensible a la diversidad de necesidades y situaciones, más sometido al control de los representantes de la ciudadanía, más responsable respecto de sus propios resultados, más propenso a la innovación”.

Proponen: “Una nueva ley de educación que dote de responsabilidad e iniciativa política al Ministerio de Educación y de capacidad rectora al Consejo Directivo Central (CODICEN)”. De este modo, a través de una nueva ley de educación, pretenden dar plena iniciativa al MEC, desconociendo así las autonomías de los Consejos de Primaria y Secundaria, que ya vienen siendo cada vez más cercenadas por el actual CODICEN.

Lejos de ser originales, estas propuestas vienen dadas desde hace años por el Banco Mundial, que se puso a intervenir en el sector educación para su mercantilización y privatización. Esta propuesta no lo explicita claramente, pero deja un sector público y gratuito de baja calidad para los sectores más pobres, mientras ofrece una educación de calidad pero muy cara para los sectores que puedan pagarlo. Actualmente, en la mayoría de los países –con escasas excepciones- los estudiantes que aspiran a seguir doctorados y maestrías tienen que empeñar su propia carrera para poder pagar los estudios de postgrado. Los sectores más humildes y los jóvenes que trabajan quedan, de hecho, excluídos de estas posibilidades.

Mir, Filgueiras y Opertt – portavoces de EDUY21 dicen que las propuestas de son abiertas al debate y pretenden lograr un fuerte consenso a nivel de las cúpulas de los partidos políticos y de los sindicatos para poner en marcha una reforma educativa en el próximo gobierno, gane quien gane.

Sin embargo, los trabajadores de la enseñanza y los estudiantes de formación docente tienen profundas diferencias en torno a esta propuesta. El mismo Frente Amplio tiene sectores enfrentados por este tema. Y en los sindicatos de la enseñanza sucede lo mismo.

Nosotros denunciamos en su momento el Plan Bolonia y lo mismo denunciamos este intento de EDUY21 – a veces bajo un discurso modernizador- de realizar una verdadera contrarreforma que de plenas potestades al MEC y subordine la autonomía de cada Consejo para imponer un proyecto tecnicista y marcadamente mercantilista.

Al acuerdo de cúpula que EDUY21 pretende, debemos oponernos todos quienes estamos por una reforma educativa integral, que haga centro en los aprendizajes de los estudiantes y dignifique las condiciones en las que trabajan los docentes y trabajadores de la enseñanza en el país.

No seremos responsables del abandono y destrucción que desde las cúpulas políticas y sindicales se está realizando tanto en la universidad como en las escuelas y liceos y centros de formación docente. Es necesario convocar reuniones y asambleas en todos los niveles para debatir cómo enfrentamos juntos, desde las aulas y en las calles, esta contrarreforma privatizadora y mercantilista tras la cual está la rectoría del Banco Mundial.

 


La Universidad y las reformas de Arocena y Markarian

En la Universidad, mientras algunos académicos siguen discutiendo el Plan Bolonia, el mismo se está imponiendo de hecho en todas las facultades: cupos por materia, sistema de créditos, grados cortos y postgrados muy caros.

Se trata, en los hechos, de la creación del mercado de la educación, que de esta manera –mientras sostiene un discurso de “democratización” de la educación- , en los hechos profundiza la división entre la educación para pobres y educación para los que puedan pagar sus doctorados y maestrías.
Este proceso de mercantilización de la educación se instaló en Europa, pese a las batallas que libraron algunos sectores estudiantiles. Pretende ser internacional, para que los egresados puedan acceder al mundo de trabajo cada vez más competitivo.

El rector Markarian se presentó como alternativa a Arocena, pero ambos fueron impulsando las reformas, con el apoyo de los principales centros de la FEUU, poniendo la autonomía y el cogobierno vergonzantemente al servicio de una educación clasista al servicio de las empresas y el marcado.
En mayo 2015, escribíamos en nuestro periódico: “La reforma planteada en los últimos años no se trata de extensión, relación universidad-pueblo y carreras útiles. Se trata de un proceso mercantilista basado en el llamado Plan Bolonia europeo, que busca dar concesiones a las empresas sobre la universidad, haciendo de la educación un gran negocio.»