La Fiscalía ha extendido por seis meses la investigación sobre el dirigente sindical de FFOSE, Federico Kreimerman. La justicia burguesa acusa al dirigente de “atentado agravado” por haber encendidopirotecnia de humoen el marco de la lucha y movilización del sindicato contra la privatización del agua potable (Plan Neptuno). La misma no ocasionó ningún tipo de daño y además es un producto de venta libre que es usado habitualmente en partidos de fútbol, espectáculos públicos y movilizaciones.
Si alguien tenía dudas sobre que esta acusación representa una persecución política y una criminalización de la protesta, esta nueva citación y extensión de la investigación lo dejan más que claro.
El Directorio de OSE, que es encabezado por Raúl Montero Gustá, integrante de la lista 71 del Partido Nacional, ha incorporado 300 páginas a la denuncia y la Fiscalía dice que va analizar videos del programa televisivo Santo y Seña.
Esta justicia patronal totalmente sometida al poder político, quiere una medida ejemplarizante contra el dirigente de FOSSE, que sirva para intimidar a todo el movimiento obrero. Para que no luchemos por nuestros derechos, o como es en este caso, para que no nos movilicemos contra la privatización del agua y la entrega a las multinacionales.
El mensaje del gobierno es claro: criminalizar la protesta y recortar las libertades democráticas. Este no es un caso aislado. Es parte de la misma política anti-sindical utilizada con las sanciones a docentes como los de San José o con la separación del cargo del director del IAVA.
Una justicia al servicio de los ricos
Sobran ejemplos que demuestran que esta justicia es una justicia de la clase capitalista, al servicio de los ricos. Basta mirar el tratamiento del caso del pasaporte express entregado al narcotraficante Sebastián Marset mientras estaba preso en Dubai.
En esa causa quedaron impunes Luis Alberto Heber, Guillermo Maciel, Francisco Bustillo y Carolina Ache, porque el fiscal entendió que no había responsabilidad penal.
El propio Lacalle Pou, quien se demostró estaba al tanto del espionaje ilegal al presidente del PIT-CNT, no sufrió ninguna consecuencia.
Esta es una justicia dura con los trabajadores pero servil con los poderosos.
Por la defensa de Kreimerman y todos los perseguidos por luchar
Desde IST nos pronunciamos claramente en defensa de Federico Kreimerman. Exigimos el fin de la persecución y el cierre y anulación de la causa. No depositamos ninguna confianza en esta justicia burguesa. Defendemos el derecho de los trabajadores a luchar, realizar paros, protestar y movilizarse.
La clase trabajadora, el PIT-CNT, las organizaciones de izquierda y las que se reivindican defensoras de las libertades democráticas, deben colocarse en primer lugar para organizar una gran campaña en defensa de este dirigente y contra la criminalización de la protesta. Impulsemos pronunciamientos y acciones en este sentido. ¡Luchar no es delito!