Hace pocos días se conoció la noticia de que a mediados de este año el Presidente de la República, Yamandú Orsi, visitó al presidente de la Suprema Corte de Justicia para mostrar su “preocupación” por los torturadores presos en Domingo Arena. “En una reunión reservada, el mandatario mostró informes del Hospital Militar sobre una decena de presos de edad avanzada recluidos por crímenes cometidos en la dictadura; explicó que los reportes fueron enviados por la ministra de Defensa y que su intención fue consultar a la Corte cómo debía proceder” (Búsqueda 4/12/25).

La Ministra de Defensa, Sandra Lazo, agregó que Orsi, “(…) legítimamente se preocupa por los derechos humanos de todos los ciudadanos”. (La Diaria 4/12/25). Vale recordar que esto sucedió poco después las declaraciones de Orsi catalogadas como “ambiguas” respecto al régimen represor de Bukele, que gobierno con mano de hierro.

Enseguida, Manini Ríos un repugnante y férreo defensor de los crímenes de la dictadura, salió a elogiar al Presidente: “Es una buena cosa que alguien con responsabilidades políticas se preocupe por un hecho que es bochornoso (…), habla bien [de Orsi] que este tema lo mueva y no mire para el costado”.

Estos hechos se dan además mientras el partido defensor de los torturadores, Cabildo Abierto, vota con sus dos diputados junto a la bancada del Frente Amplio en los más diversos temas, formando una “coalición de hecho” entre los dirigentes del FA y la ultraderecha. El mismo partido que en el gobierno anterior presentó un proyecto de ley para que los terroristas de Estado ni siquiera tuvieran que estar en su cárcel de lujo de Domingo Arena, sino en sus casas.

Madres y Familiares se pronuncia criticando la actitud de Orsi

En su comunicado del 4 de diciembre, las Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos declararon que: “No corresponde presentar la situación de estas personas como si fueran víctimas de un sistema penitenciario hostil. Muy por el contrario: se alojan en un establecimiento con condiciones privilegiadas, muy distante del hacinamiento y la vulneración de derechos documentados en otros centros de reclusión (…) La sociedad uruguaya ha luchado durante décadas para terminar con la impunidad. Retroceder en este camino es inaceptable”.

Agregando en otra declaración (7 de diciembre), que: “El pasado año afirmamos que nos encontrábamos en un contexto crucial bajo el que se desarrollaba un modelo social, político y económico que profundizaba las desigualdades y las violencias estructurales. Hoy, a pesar del cambio de gobierno, estas políticas continúan vigentes y son numerosos los derechos que sigue siendo vulnerados (…). Al asumir el mando presidencial, Yamandú Orsi expresaba el compromiso con la búsqueda de las y los detenidos desaparecidos. A 40 años del retorno democrático, este mensaje significaba un impulso para quienes continuamos esperando respuestas. Sin embargo, hoy la espera continúa y dicho compromiso no sólo no se ha materializado en políticas concretas, sino que tropieza en discursos y acciones imprudentes” (1).

No es un rayo en cielo sereno

Esta actitud de Orsi no representa un impulso personal o una cuestión protocolar y administrativa. Es una política de largo aliento a favor de la impunidad, donde los dirigentes del MPP han sido la vanguardia.

El hecho más reciente fueron las lamentables declaraciones de Topolansky -respaldadas por Mujica-, acerca de que había militantes de izquierda que habían mentido para meter preso a torturadores. Pero no es lo único. Ya Mujica en 2014, durante su mandato, había declarado que: «No quiero tener viejos presos. Viejos de 75, 80 años. Pero no sólo militares, ningún preso de esa edad» (2), lo que se llamó la teoría de los “pobres viejitos”, por presentar de esa manera “inocente” a los torturadores presos por crímenes de lesa humanidad.

Antes, en 2011, Mujica visitó al represor y asesino de Nibia Sabalsagaray, Miguel Dalmao, primer militar en actividad preso por crímenes cometidos durante la dictadura. ”Dalmao debe haberse sentido muy gratificado”, declaró José Bonilla, por entonces coordinador de las Fuerzas Armadas (3). Hay que recordar también el tristemente célebre Ministro de Defensa bajo el gobierno de Mujica, Eleuterio Fernández Huidobro, quien no se cansó de atacar a las organizaciones de DDHH.

Estos ejemplos son elocuentes en cuanto a que muchísimos de los dirigentes y altos cargos del FA, han sostenido junto a Blancos, Colorados y ahora los abiertamente defensores de los represores de Cabildo Abierto, una política para sostener la impunidad; lo que tiene su origen en el Pacto del Club Naval de 1984. Los altos dirigentes del FA muestran cada vez con más claridad que no están del lado de los trabajadores y las demandas obreras.

¡Repudiemos la decisión de Orsi!

Desde IST repudiamos de forma enfática la actitud de Orsi de preocuparse más por los genocidas y torturadores que están en Domingo Arena antes que los desaparecidos y sus familiares con los que aún no ha tenido una reunión. Llamamos a los trabajadores, estudiantes y jubilados a que desde cada sindicato, gremio u organización barrial nos pronunciemos en contra de esos hechos, como ya se hizo cuando se conocieron las declaraciones de Topolansky.

Alentamos a que ese sea un primer paso para volcarnos a una lucha masiva en las calles para exigir de una vez por todos: VERDAD, JUSTICIA Y CASTIGO.

– BASTA DE IMPUNIDAD!

– CÁRCEL COMÚN PARA LOS TORTURADORES!

– APERTURA DE TODOS LOS ARCHIVOS DE LA DICTADURA!

– POR UNA GRAN LUCHA EN LAS CALLES PARA IMPONERLO!

1) Ver comunicados en https://desaparecidos.org.uy/

2) https://www.infobae.com/2014/11/04/1606511-uruguay-mujica-propone-la-excarcelacion-los-militares-que-actuaron-la-dictadura/

3) https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Mujica-visito-a-Dalmao-uc134060