Foto IST

Las 430mil firmas alcanzadas confirman que se ha conquistado el plebiscito contra las AFAP y para mantener la edad de retiro en los 60 años. Este hecho marca un punto de inflexión en la situación política a favor de los trabajadores. Esto es así por tres motivos.

En primer lugar, porque representa un golpe al gobierno corrupto y mafioso de Lacalle Pou. Porque con su reforma jubilatoria hecha a pedido del FMI nos impuso trabajar hasta los 65 años y además benefició el negocio de las AFAP, ya que con la nueva ley todos los trabajadores que ingresen a partir de ahora al mercado de trabajo están obligados a aportar a las mismas. Todo eso se ve cuestionado.

En segundo lugar, porque es un golpe a la dirección del Frente Amplio que hizo todo lo posible para que la consulta popular no se lograra, llegando a prohibir a sus militantes usar a los comités para juntar firmas. Y en tercer lugar, porque es un golpe a la burocracia sindical y su máxima dirección, que tampoco lo querían. Nadie de ellos lo quería porque de fondo todos defienden el capitalismo y sus privilegios dentro de él.

Pero las bases, que no tienen privilegios con los cuales especular, lograron imponerse a pesar de sus direcciones. Esto fue posible porque la tarea fue tomada desde abajo, desde las bases sindicales, gremiales y barriales. Esta es la primer gran conclusión que tenemos que sacar.

Explotados versus explotadores

La conquista del plebiscito -cuya iniciativa le cabe a ATSS-, fue posible además porque empalma y expresa la bronca que hay entre los trabajadores contra la situación general: las jubilaciones y salarios de miseria, el robo de derechos, la precarización, el desempleo. Todo a costa del negocio millonario de unos pocos como es el de las AFAP.

Se pone negro sobre blanco que de un lado están los explotados que no quieren seguir perdiendo derechos y del otro los explotadores que quieren seguir enriqueciéndose a costa de nuestro trabajo y harán todo lo posible para que eso siga siendo así.

Esta situación dramática para los trabajadores cada vez se pone más al rojo vivo

Los despidos aumentan y así lo vemos con el cierre de la planta de Minas de las Fábricas Nacionales de Cerveza, los 400 despidos de las obras de Balsa y Asociados o en los 15 que sucedieron a principio de año en PedidosYa.

Foto – IST

La trágica situación de los inundados del litoral se agrava cada vez más y no hay más respuestas que hacinarlos en carpas o gimnasios. La violencia hacia las mujeres aumenta día tras día y también la del narcotráfico que golpea a los barrios obreros. Esta es la cruda realidad para los trabajadores.

Un solo camino: la lucha y organización desde abajo

Ahora se abre una nueva etapa, donde hay que alertar que la lucha por el triunfo del plebiscito será muy dura. A esta lucha se le suman las movilizaciones obreras que se han venido desarrollando por parte de la FOEB y del SUNCA, a lo que podemos agregar las protestas de la juventud por Palestina.

En definitiva todas estas luchas son parte de una misma pelea contra la opresión y la explotación de este capitalismo genocida y decadente. La conquista del plebiscito nos debe servir para extender y profundizar la organización desde abajo y la lucha callejera con todos los sectores obreros y populares que están peleando. Esa es la mejor campaña que se puede hacer para darle otro duro golpe al gobierno y al régimen de las AFAP.

En ese camino, tendremos por delante la tarea impostergable de construir una nueva dirección sindical y política que apunte a terminar con capitalismo y construir el Socialismo Internacional.

Foto IST