En marzo de este año se cumplió el cuarto aniversario de la enorme pueblada en la ciudad de Canelones, donde las obreras y obreros de SOOFRICA se colocaron a la cabeza de una enorme movilización que fue rodeada por todo el pueblo exigiendo la reapertura del frigorifico. El 27 y 28 de julio se conmemora el aniversario de la marcha a pie de los trabajadores a Montevideo. En ese marco, desde IST que acompañó esa gesta, en homenaje y para sacar conclusiones de esa gran experiencia es que publicamos este material especial con notas y entrevistas.
Rememorando la Pueblada
La Pueblada de Marzo del 2020, nos escribe Tamara
Me tocó vivir la marcha de la apertura del frigorífico de Canelones cuando yo tenía 20 años; en ese momento yo personalmente no me encontraba trabajando en la planta pero si acompañé a una persona muy importante: una mujer de principios y valores, luchadora y guerrera, mi madre.
Pertenecer a ese movimiento de obreros fue una experiencia única.
Recuerdo ver a mucha gente luchando por una misma causa con mucha dignidad y valentía. Trabajadores, familias, amigos y compañeros, en ese momento, éramos uno. Todos compartimos la misma lucha, el mismo fin y la misma causa, por eso mismo tomé el atrevimiento de hacer mío el dicho “la unión hace la fuerza” porque desde mi perspectiva no hay mejor descripción de esta lucha que esa.
Mi madre ingresó muy joven al frigorífico y se jubiló después de años de trabajo allí. Siempre cumpliendo y sintiendo en carne propia todas las penurias de las que somos víctimas la clase obrera. Acompañó en los momentos buenos y malos, trabajó honradamente, fue espectadora de muchas injusticias que tanto ella como sus compañeros (la mayoría, ahora míos) tuvieron que soportar.
La marcha para mí familia fue muy importante: un día antes estábamos haciendo carteles con mis hermanos apoyando la causa.
Llegado el día, nos concentramos en el local sindical y el calor humano que se sintió entre miradas, abrazos y saludos me conmovió. Ver a una comunidad luchando por lo mismo y sentir que yo era parte de eso me resultó muy emocionante hasta el punto de sentirme orgullosa de pertenecer a un grupo de trabajadores.
No quedaba duda de que, para todos, esta causa era muy importante: nadie se quedó atrás. La ciudad estaba paralizada, los comerciantes y vecinos de la zona nos hicieron sentir su cariño y entendimiento, aplaudían con nosotros y pedían la reapertura del frigorífico con el mismo fervor que nosotros (Las 600 familias involucradas) solicitábamos.
No solo esta crisis nos afectaba a nosotros; también afectaba a toda la ciudad. El frigorífico es una de las fuentes que impulsa el comercio en la ciudad de Canelones (gran parte de la población de Canelones trabaja aquí) y nuestro pueblo ya no sería el mismo si en algún momento dejará de funcionar.
El cierre de la planta no solo nos afectaba a nosotros como trabajadores, también afectaba a emprendedores, feriantes y comerciantes, afectaba a un pueblo.
La incertidumbre que nos dejaba esta situación, las preguntas llenas de ansiedad, la incertidumbre de cómo sustentar a las familias en caso de cierre y estar viviendo esto junto a mi madre género en mí un espíritu de lucha y unidad que mantengo hasta el día de hoy.
En el presente, y siendo yo misma funcionaria del frigorífico, entiendo más que nunca a mi madre y sus compañeros. Entiendo su lucha a un nivel más personal y estoy muy agradecida por todas las personas que antes de mi lucharon por mis derechos. Derechos que hasta el día de hoy siguen siendo vulnerados, derechos que como comunidad tenemos que seguir defendiendo con la misma pasión que nuestros predecesores los conquistaron.
Esto deja en claro lo importante que es la clase obrera (una clase que mueve una ciudad, una clase que mueve un país). La fuerza que tiene luchar en comunidad, superando todos los obstáculos colectivamente que se nos aparecen en el camino, nuestro mismo propósito de lucha para vencer, con la cabeza fría pero llena de empatía con el otro, preparados y con un propósito de lucha hasta vencer. Ni un paso atrás en nuestros derechos para un trabajo más digno. Hasta la victoria compañeros.
4 años de nuestra marcha a pie
Carmen
Al cumplirse 4 años de nuestra marcha a pie a Montevideo se vienen muchas cosas a mi cabeza… primero que nada el compañerismo que se destacó en cada uno de nosotros, también el cansancio que se apoderaba cada vez más, pero nunca se escuchó “no puedo seguir”. ¡era por una causa más que justificada! Nuestra fuente de trabajo. Eso fue un empujón muy grande que sirvió mucho, ¡¡¡nos hicimos escuchar!!!! Al cabo de unos 5 meses más nuestra planta reabría. Lo que destaco siempre que sin sacrificio no hay nada fue algo inolvidable que va a quedar por siempre en mí, como en mis compañeros. Por eso siempre digo: La lucha paga.
Yo estuve en la movilización
Marcelo
Yo estuve en la movilización, y quiero brindar que la lucha siempre sigue en pie, y me siento orgulloso de pertenecer a esta clase obrera. ¡Siempre Adelante!”
Video de la Marcha a Pie de los compañeros de IST
https://www.facebook.com/istlitci.uruguay/videos/2696615993910093
Leer sobre la marcha a pie