Reproducimos a continuación el artíuclo de los compañeros de la Unidad Socialista de los Trabajadores (nuestro partido herman en Venezuela e integrantes de la LITCI) ante la situación de crisis del gobierno del PSUV encabezado por Nicolás Maduro y la represión que está llevando adelante.
¡Se atacan las libertades democráticas para imponer el ajuste antipopular!
Hace unos días, el presidente Nicolás Maduro anunció en cadena de radio y televisión que se había descubierto “un gran complot” para llevar adelante un golpe de Estado que incluiría el intento de asesinarlo. En su discurso, completó la denuncia que días atrás había tomado estado público al ser encarcelados varios militares por ser parte del mismo proyecto golpista. Este anuncio se continuó con la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que fue acusado por Maduro de ser parte de este intento de golpe que, al decir del propio Presidente, estuvo orquestado por los Estados Unidos y otros países.
Antonio Ledezma es el representante político de un sector de la burguesía proimperialista, histórico responsable de ataques al movimiento obrero y los sectores populares, al servicio de las multinacionales. Nada tenemos que ver los trabajadores y luchadores con este personaje. Sin embargo, debemos rechazar el montaje de un supuesto “golpe de Estado” para justificar la utilización de los peores métodos antidemocráticos con quienes son opositores políticos.
Estos métodos y montajes ya han sido utilizados también contra dirigentes, activistas y luchadores de las organizaciones sindicales, políticas y populares. Por eso, Rubén González, dirigente sindical de Ferrominera, estuvo preso. Por eso, están presos hoy los trabajadores de Sidor, Rederick Leiva y Heberto Leinys Quijada Bastardo. Trabajadores y dirigentes petroleros han sido despedidos o encarcelados por manifestarse por sus derechos y hay una larga lista de atropellos antidemocráticos.
Los trabajadores y los golpes de Estado
Los trabajadores hemos demostrado cómo se enfrentan los golpes de Estado, como quedó plenamente demostrado en 2002. Es el pueblo trabajador quien sufre las consecuencias de estos golpes de Estado que suprimen los derechos y libertades de los trabajadores y sectores populares, y así imponen por la fuerza las medidas de ajuste (como liberar precios, privatizar empresas, atacar sindicatos, devaluaciones, etc.) que, de otra forma, serían resistidos por el pueblo. Por eso, los trabajadores enfrentamos con nuestra movilización los golpes de Estado defendiendo nuestros derechos y libertades.
¿Golpe o ajuste?
Llama la atención que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, al anunciar la aprensión de los militares que estarían implicados, aseguró que en el interrogatorio estos militares “no tendrían ningún plan a llevar adelante luego del golpe” (programa “”Con el mazo dando”). Aunque Maduro aseguró que venían por la liberación del dólar.
No es la primera vez que el gobierno denuncia intentos golpistas y de magnicidio. Pero este se da en momentos en que el gobierno ha decidido llevar adelante un fuerte ajuste en los principales indicadores económicos, como es el nuevo precio del dólar “marginal”, llevándolo a más de 170 bolívares, la liberación de algunos precios como el azúcar y el arroz, el pollo y la carne de res, el aumento de los pasajes en 40% y el inminente aumento del precio de la gasolina. Estas medidas ya se están aplicando o se ha anunciado que se aplicarán próximamente.
Parece extraño que el imperialismo impulse un golpe de Estado al presidente Maduro cuando todas las medidas económicas que se están aplicando han sido consensuadas durante casi dos horas con los “clientes institucionales” del Bank of América, hace unos pocos días, por parte del ministro de Finanzas. Y previamente con representantes del Trend Capital (financiera con sede en Buenos Aires), Van Eck Global (fondos de inversión, agronegocios y minería, con negocios en Rusia, China, Indonesia, Polonia, etc.), Aberdeen Group (servicios financieros), Stone Lion Capital (negocios de “alto rendimiento”, fondos buitres) con sede en Nueva York, Investec, Mangart y el propio Bank of América (El Universal, 16-2-2015).
Por otra parte, más allá de los discursos electoreros, estos ajustes son los exigidos tanto por FEDECAMARAS [cámara patronal] y, en general, por todos los empresarios que se vienen reuniendo en Miraflores [sede de gobierno] y también por la MUD [frente opositor de derecha] que no han ofrecido ningún plan distinto, dejando correr estas medidas. Y nadie ha cuestionado los 300 mil millones de dólares entregados como “dólares preferenciales” a toda la burguesía y multinacionales en estos 15 años, muchos de los cuales fueron fugados a los paraísos fiscales. Más bien le cuestionan “los ritmos” del ajuste, pero no el contenido.
El verdadero objetivo del montaje
Estas denuncias tienen como objetivo real desviar la atención de la verdadera preocupación que tiene todo el pueblo trabajador venezolano, que se pregunta: “¿Ahora comenzarán a aparecer los productos?, ¿el salario me alcanzará?, ¿bajará el dólar paralelo?, ¿se terminarán las colas?”. Estas preocupaciones no tendrán la respuesta que el pueblo espera. Por el contrario, vendrá más ajuste y miseria. Ya se prevé que la inflación de 2015 rondará el 110%. ¿Qué salario alcanzará?
Y seguramente este montaje también tendrá en la mira las futuras elecciones a la Asamblea Nacional, ya que las últimas encuestas no son nada favorables al gobierno, y después de todas estas denuncias, hasta pueden estar cuestionadas.
Organizarnos para rechazar el ajuste y las medidas antipopulares
Por esto es que los trabajadores debemos denunciar y rechazar todas las maniobras antidemocráticas y rechazar los ajustes. Organizarnos en los lugares de trabajo, en los Estados y a nivel nacional para implementar un plan de lucha con movilización para exigir a los dirigentes sindicales que se pongan a la cabeza de este rechazo, rompiendo con el gobierno.
Desde la UST, seguiremos proponiendo que la salida a la crisis no son los ajustes contra el pueblo trabajador sino un verdadero plan obrero para ajustar a los empresarios, los especuladores, las multinacionales y las “empresas mixtas”, los banqueros y financistas que han provocado esta crisis y se llevaron los dólares a sus cuentas bancarias.
Para imponer este programa obrero debemos construir nuestra propia organización: un instrumento o herramienta política de los trabajadores y el pueblo sin burócratas, patronos ni militares.