Movilización contra los femicidios

Matan a las mujeres mientras el gobierno y el Estado miran para otro lado

Nuevamente sufrimos el dolor y la indignación de un nuevo femicidio. El de Valentina Cancela, una joven de 17 años. Indignación porque una vez más, se podría haber evitado: existían tres denuncias y una orden de restricción a su ex-pareja, y sin embargo nada se hizo para prevenir esta situación.

El jefe de policía de Maldonado, el viejo represor, Erode Ruíz, declaró de forma vergonzosa que Valentina estaba “bien cuidada” por su familia y que había habido un “desliz”. En manos de este violento represor machista, que tomó a cachetazos a un joven por problemas de tránsito, es en quien este estado capitalista deposita los cuidados y garantías cuando existen denuncias. Hoy vemos los resultados.

Este femicidio se da pocas semanas después de otro, el de Natalia Lago, quien fue secuestrada por su ex-pareja y murió al chocar el auto en que se la llevó. También en este caso existía denuncia previa.

Sin embargo, tanto el gobierno de turno como el Estado, miran para otro lado y son, por lo tanto cómplices por omisión. Ahora, con los hechos consumados aparecen autoridades y dirigentes políticos con lágrimas de cocodrilo a expresar su “tristeza”. Son unos hipócritas.

No han dado un peso de presupuesto para combatir la violencia machista, no existe ningún plan serio ni en la educación, ni en la salud, ni en ninguna área del Estado para prevenir y combatir mínimamente este alarmante flagelo social.

Una policía cuya función es la represión, una justicia sumisa al poder y sin presupuesto ni personal para atender las áreas más sensibles, nos muestra que lo único que les importa es defender el capitalismo, las ganancias de unos pocos y el pagar la deuda externa antes de atender esta verdadera emergencia social. Pura palabra, puro discurso y no se hace nada, mientras los feminicidios aumentan

Por eso hay que organizarse desde abajo, en las comisiones de género de los sindicatos, en los barrios y centros de estudio, para crear una red de apoyo a quienes denuncian y poder protestar con mucha más fuerza contra estas instituciones capitalistas totalmente inoperantes.

Junto a ello es necesario dar una pelea a fondo por nuestros reclamos y contra este sistema capitalista explotador, machista y opresor, para destruirlo.