“¡BASTA YA DE IMPUNIDAD! ¡VERDAD Y JUSTICIA!” es la consigna de la Marcha del silencio de este año, la movilización que encabezan año a año los Familiares de los detenidos-desaparecidos, acompañados por miles de personas, en una de las manifestaciones más convocantes de los últimos años.
Los gobiernos blancos y colorados poco o nada hicieron por el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura. Jorge Batlle convocó a varias personalidades a integrar la “Comisión para la Paz” cuyo solo título mostraba que el objetivo era la búsqueda de la reconciliación y el perdón para los asesinos y torturadores militares y civiles. Era lógico no esperar nada de los partidos patronales que, de una u otra manera, defendían a las FFAA por ser la institución sostén del régimen capitalista.
La gran mayoría de los militantes frenteamplistas y por los derechos humanos depositaron sus esperanzas en la llegada del Frente Amplio al gobierno. Sin embargo, la mayoría de ellos son conscientes de que ya pasaron 10 años y muy poco se ha avanzado en el conocimiento de la VERDAD y en la aplicación de la JUSTICIA. Y la impunidad se extiende y se hace presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
20 años de marcha, 40 años de lucha
La consigna para la Marcha de este año, que pone la impunidad como centro de la lucha, es una expresión de la creciente indignación que viene ganando a miles de honestos militantes de dentro y fuera del Frente Amplio por el trato que los gobiernos frenteamplistas han dado al tema de los Derechos Humanos.
“… En la medida en que no se avanza sobre estas causas, la impunidad es cada vez mayor … O se dan pasos decisivos ahora o, por la vía de los hechos, la impunidad se va a consagrar …” declaró a La Diaria (5/5/2015) Ignacio Errandonea, integrante de Familiares. Más adelante agregó: “ … Hubo continuidad institucional para pagar la deuda externa que nos dejó la dictadura, pero no para marcar la responsabilidad que tuvieron los militares en el terrorismo de Estado …”.
La reciente absolución por parte de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) del expolicía Ricardo Zabala quien confesó haber secuestrado al maestro Julio Castro en 1977, aumentó la bronca y decepción en todos los que quieren saber dónde están los más de 200 desaparecidos y quiénes fueron los responsables directos de los asesinatos y torturas durante la dictadura militar.
La maestra Norma Marín afirmó: “ … Yo sentí en 1996 algo que vuelvo a sentir ahora: el silencio pesa. Estamos en un punto muy complejo y esta marcha pesa mucho. Con esto de Zabala yo siento que el mensaje es: ‘Acá no entra ni uno más. Hasta acá juzgamos’”.
En el mismo reportaje, Ana Ma. Pereda sostuvo: “Ocurre que no son solo 20 años de marchas, sino 40 desde que se empezó a denunciar los hechos … y no pasa nada …”.
HAY QUE UNIFICAR LA LUCHA
Ni Tabaré Vázquez ni Mujica –pese a tener ambos mayoría parlamentaria- propusieron anular la ley de impunidad. Cuando el Parlamento tímidamente intentó aprobar una ley interpretativa para dejar sin efecto la ley de caducidad, el diputado Semproni –aconsejado por Mujica- votó en forma vergonzante en contra, y sumó su voto al de blancos y colorados.
Los presidentes o los parlamentarios no se hacen ningún problema si tienen que ir a las marchas. También van a los actos del 1º de mayo. Pero no por eso su política está centrada en atender los reclamos de los Familiares, como tampoco hacen eje en otorgar un aumento de salarios a los cientos de miles que cobran salarios sumergidos. Tampoco han satisfecho las demandas de los trabajadores de la educación y se está lejos de un salario igual a la media canasta o del 6% para el total del presupuesto.
Es un hecho que la máxima dirección del Frente Amplio hace años que ha abandonado las principales banderas levantadas en 1971. Ellos se han convertido en los gestores “de izquierda” del sistema capitalista en que se asienta la economía de nuestro país. Sus amigos son ahora Bush y Obama. Sus consejeros directos son los empresarios como Salgado o Casal. No se toman medidas contra los grandes capitales que compran cada vez más tierras. Se exonera de todo impuesto a las multinacionales que operan desde las zonas francas. Se da todo tipo de concesiones a las pasteras, los sojeros, la gran minería. Por eso, la política hacia las FFAA es acorde a esta política neoliberal y antiobrera, que prioriza el pago de la deuda externa, sometiendo nuestra economía al imperialismo y organismos internacionales.
Y en el terreno de los derechos humanos, Vázquez y Mujica pretenden ocultar que la impunidad es hija del Pacto del Club Naval, ese pacto que firmaron en 1984 el P. Colorado, el Frente Amplio y las jerarquías militares y en el cual negociaron la transición y –entre otras cosas- la impunidad para la mayoría de los militares asesinos y torturadores. Posteriormente, el Partido nacional también votó la Ley de Caducidad o ley de impunidad.
Ese Pacto está en la base del mensaje que todos los días envía la dirección del Frente Amplio. Tabaré Vázquez llamó a pedir “perdón” y lograr la “reconciliación”. Mujica reclamó “generar sentimientos, afectividad en el pueblo por sus Fuerzas Armadas”. Construyeron cárceles VIP para que esos asesinos –para ellos “unos pobres ancianos”- vivan sus últimos años junto a sus familias. Pretenden así que olvidemos los crímenes todavía impunes. Entonces, su mensaje es en los hechos : ¿para qué seguir luchando por algo que sucedió hace tanto tiempo?
El 20 de mayo debemos comenzar a romper con esta política de la cúpula del Frente Amplio que lo hace, en los hechos, cómplice de las FFAA. Y para ello, debemos unir la lucha por los DDHH con las luchas de los trabajadores y sectores populares. Desde las bases, ya sea en las fábricas, en las facultades, en los barrios, unamos las luchas sectoriales en una sola lucha contra la impunidad. Comencemos a preparar la pelea unificada para lograr:
¡¡NO A LA IMPUNIDAD!!
¡¡VERDAD Y JUSTICIA!!
¡¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES!!
¡¡AUMENTOS DE SALARIO Y DE LAS JUBILACIONES!!
¡¡PRESUPUESTO DIGNO PARA LA EDUCACION!!
IZQUIERDA SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES – LITCI