El año 1979, la caída del dictador Anastasio Somoza en Nicaragua, fue un viento de aire fresco a quienes vivíamos la dictadura en Uruguay y Latinoamérica. Todos conocimos en esos años no solo al Frente Sandinista, sino la figura e historia del propio Sandino. Nos volvimos hinchas del aquel pueblo nicaragüense que había sabido sacudirse con las armas en la mano una dictadura siniestra. Que duró décadas y parecía imposible de barrer, pero fue derrumbada por la valentía del pueblo y una situación internacional que empujó en el mismo sentido.
Hoy Nicaragua necesita nuevamente sacudirse de una nueva dictadura, la de Ortega y Murillo, una dictadura tan siniestra como aquella de Somoza.
Si bien algunos de sus integrantes fueron en el pasado parte del aquel movimiento antisomocista del 79, luego, en poco tiempo se pasaron con armas y bagajes a sostener el estado burgués que ellos mismos habían ayudado a derrumbar.
Pero como los procesos históricos no son solo una fotografía, un momento, sino que lo podemos comparar a una película y su desarrollo -algo que los marxistas denominamos dialéctica- fue que dirigentes como Ortega y otros tantos del Frente Sandinista terminaron de enemigos del pueblo y como nuevos dictadores.
Que se vistan con ropaje de izquierda no cambia nada. Con eso Ortega y otros tantos, colaboran con la campaña de la burguesía de querer atribuir al socialismo estas calamidades.
Pero ellos, para remitirnos a la discusión presente, no son de izquierda y mucho menos socialistas. Son dictadores de un estado burgués que aplica una dura represión contra los trabajadores, campesinos y estudiantes.
Desde la Liga Internacional de los Trabajadores estamos realizando una campaña de apoyo al pueblo nicaragüense y su lucha por sacarse de encima al gobierno de Ortega.
Nuestra humilde organización IST en Uruguay hace un llamado a los activistas, luchadores por los Derechos Humanos, a todos los partidos de izquierda y aquellos que defienden las libertades democráticas, a dar apoyo activo para echar al gobierno de Ortega.
Desde Uruguay llamamos a realizar actos, pintadas y volantes cuyo eje común sea “Fuera Ortega”. La solidaridad internacional debe hacerse presente, debemos retomar la solidaridad internacional entre nuestros pueblos.
Los trabajadores uruguayos, los estudiantes, los vecinos de las barriadas populares debemos hacer esfuerzos para que el pueblo nicaragüense sepa que estamos junto a ellos en la lucha por terminar con esta dictadura. Un triunfo del pueblo nicaragüense será un empujón a favor de la lucha obrera y popular para toda América Latina.