Con este volante redactado en 1982, en plena guerra de Malvinas, momento en el cual se desarrollaba la invasión al Líbano por parte de Israel, queremos comenzar a presentar una serie de documentos de nuestra corriente encabezada por Nahuel Moreno, de quien en enero de 2024 se cumplen 37 años de su fallecimiento. Estos escritos redactados por el PST de Argentina bajo la dictadura, expresan un análisis y un método marxista, que a nuestro entender guardan total vigencia en tanto centran su política sobre el sujeto social donde nos debemos construir: la clase obrera, cuyo eje es el que debe guiar toda política revolucionaria. (J.R.)
Declaración socialista: ¡contra la invasión imperialista al Líbano! ¡apoyemos al pueblo palestino!
Compañero: un mes atrás, cuando la lucha contra el invasor imperialista en las Malvinas entraba en su etapa mas cruenta, el mismo enemigo – el imperialismo- desataba en medio oriente otra agresión mas salvaje: la ocupación del Libano. Los 80.000 muertos y heridos (la mayoría de ellos palestinos), la destrucción de Sidón, Beirut y otras ciudades, las caravanas de miles de palestinos conducidos atados y con los ojos vendados a los campos de concentración donde corren el peligro de ser exterminados, son algunos de los aspectos de este cuadro que horroriza el mundo.
Los trabajadores y el pueblo argentino estamos pasando también por la mas grave situación de nuestra historia: a la miseria, el desempleo y la explotación peores que nunca, se le sumo la agresión de Gran Bretaña y EEUU, en las Malvinas con el saldo de miles de bajas y la ocupación de una parte de nuestro territorio nacional. Pero esos tremendos problemas que sufrimos, no nos pueden dejar insensibles a los sufrimientos de otros pueblos y no nos pueden dejar insensibles, porque esos sufrimientos los causa el mismo enemigo: el imperialismo mundial, encabezado por Estados Unidos.
Si estamos hundidos en el hambre y la miseria, ello se debe a los agentes del imperialismo que nos han gobernado: la dictadura militar y los anteriores gobiernos cipayos. Ellos han rematado e hipotecado a la Argentina a la banca imperialista (como el Chase Manhattan, el banco de Londres, el City, etc) acumulando una deuda exterior de 38.000 millones de dólares con esos usureros. Son también las empresas imperialistas (como la Ford, Renault, Siemens, etc.) junto con sus socios de la gran patronal Argentina, los principales explotadores de la clase obrera. Y es también el imperialismo quien armó y envió las tropas inglesas que ocuparon las Malvinas. Hoy en medio oriente el imperialismo ha invadido otro país, el Líbano, no mediante tropas Británicas, sino por intermedio de su agente en la zona: el estado de Israel.
Israel: un enclave colonial que actuá como gendarme del imperialismo contra los pueblos árabes
El medio oriente es una de las zonas claves del llamado “Tercer Mundo”. Allí se produce ,por ejemplo, la mayor parte del petroleo que consumen los países capitalistas. Los pueblos que la habitan -en su mayoría árabes- tiene entre si estrechas relaciones y una herencia histórica y cultural común: la de la antigua civilización islámica. También tiene en común algo fundamental: que desde hace mucho tiempo los pueblos árabes y de Irán luchan contra los distintos imperialismos que los vienen oprimiendo y explotando así, Palestina –el país cuyo territorio usurpa el estado de Israel– estuvo bajo el yugo del imperio Turco hasta la primera guerra mundial (1914, 1918). Luego, fue colonia del imperio británico hasta 1948.
Para combatir a las masas árabes, el imperialismo ingles primero y luego Norteamérica – que en la segunda guerra (1939–45) conquistó la supremacía mundial- alentaron la constitución de un enclave colonial: el estado de Israel. Un enclave colonial es una de las formas de dominación imperialista. Consiste en expulsar por la fuerza a la población nativa y poblar la zona con colonos traídos principalmente de Europa y los Estados Unidos. Esa nueva población les asegura generalmente al imperialismo una fidelidad absoluta. Así hizo el imperialismo en muchos lugares como Hong Kong (en China), Guantánamo (Cuba), Gibraltar (España), la zona del Canal de Panamá y las Malvinas, donde en 1833 expulsó a los gauchos y estableció una nueva población de origen británico “los kelpers”.
El estado de Israel tiene un origen similar. Gran bretaña y Estados Unidos pactaron con el movimiento sionista –movimiento pro imperialista impulsado por la burguesía europea y yanqui– para promover la migración sionista a Palestina, la expulsión a sangre y fuego de la población árabe nativa –los palestinos– y, finalmente, la fundación en 1948 del Estado de Israel. La burocracia soviética, en acuerdo con el imperialismo yanqui, también apoyó la creación de Israel.
El movimiento sionista había sido creado por la burguesía judía para combatir a las tendencias de izquierda que predominaban entre los trabajadores y la clase media judía. Junto con los imperialismos ingles y norteamericano, se aprovechó de la criminal persecución racista del nazi fascismo para convertir a parte de sus sobrevivientes en colonizadores. Desde 1948, el enclave colonial llamado Israel ha cumplido el papel de gendarme del imperialismo en la región. Armado hasta los dientes y generosamente financiado por su amo, los Estados Unidos, Israel ha llevado a cabo infinidad de ataques sanguinarios contra los pueblos árabes.
¿Por qué esta nueva agresión?
Esta nueva agresión desatada por el imperialismo mediante Israel tiene, en el fondo, las mismas causas por las que respondió en forma tan brutal y sangrienta a la recuperación de nuestras islas Malvinas. Hoy, el sistema imperialista atraviesa la peor crisis de su historia. El “orden” imperialista mundial, el reparto del mundo acordado por el imperialismo yanqui y la burocracia soviética después de la segunda guerra en los pactos de Yalta y Postdam, se esta cayendo a pedazos. Por un lado sufre una crisis económica cada vez mas aguda. Por el otro los trabajadores y los pueblos se revelan en forma creciente. Mientras que al imperialismo yanqui le es imposible sofocar la revolución desatada en Nicaragua, El Salvador, Guatemala y toda Centroamérica, la burocracia de Moscú tampoco ha podido aplastar con la dictadura militar de Jaruzelsky la rebelión de los obreros polacos. También en medio oriente crece la movilización revolucionaria de las masas. La revolución de Irán les da el ejemplo.
El pueblo Palestino, una parte refugiada en el Líbano y otra bajo la bota ocupante sionista, venía cumpliendo también un rol de vanguardia en la lucha anti-imperialista. Desde que en 1948 le fuera robado su territorio, no ha cejado en el combate por expulsar a los colonizadores imperialistas. Para ello, se ha agrupado en la OLP (Organización para la Liberación de Palestina).
Esta crisis internacional, considerablemente agravada en los últimos tiempos, parece haber decidido al jefe del imperialismo mundial -los EEUU- a hacer el intento de pasar a la ofensiva y dar las respuestas más violentas -al estilo de lo que hizo en Vietnam hasta su derrota en 1974. No es casual, entonces que casi simultáneamente ataque la flota inglesa en las Malvinas, los tanques de Israel invadan el Líbano y el ejercito de Honduras en en El Salvador para enfrentar al pueblo en armas que está acosando a los generales a sueldo de los EEUU. Es desde el mismo escritorio, sito en Washington, que se les da luz verde para que se pongan en marcha.
¡Apoyemos a los heroicos luchadores palestinos!
Es entonces nuestro deber internacionalista desarrollar la más amplia solidaridad con los heroicos combatientes palestinos. Este deber es doblemente imperioso porque han sido dejados solos, han sido traicionados por los gobiernos burgueses árabes y por la burocracia soviética. Mientras el imperialismo yanqui arma sin límites a Israel y ahora, además, directamente desembarca sus “marines” en el Líbano, la generalidad de los gobierno árabes y la burocracia rusa se limitan a dar discursos en la ONU. Han abandonado a sus surte a la OLP, sin mandarle armas ni hombres. Solo el ejercito sirio ha librado algunos combates contra Israel (aunque sin emplearse a fondo), e Irán ha enviado un pequeño destacamento de voluntarios.
Los trabajadores socialistas llamamos, entonces, a la más amplia unidad de acción anti-imperialista en apoyo al heroico pueblo palestino y a todos los combatientes árabes e iraníes que resisten el el Líbano la agresión de Israel. Llamamos a la CGT y los sindicatos, a los partidos políticos y a las organizaciones estudiantiles que se reclamen anti-imperialistas, y a la colectividad árabe, a organizar la solidaridad.
Los trabajadores socialistas llamamos igualmente a la colectividad judía -en especial a la juventud- a que rompa por completo con el sionismo, que utiliza a los judíos como carne de cañón al servicio de EEUU y los “kelpers” de medio oriente. El sionismo es un instrumento del imperialismo yanqui, que trata a los palestinos con la misma bestialidad racista que los nazis emplearon contra los judíos en Europa. Junto a este llamado a la solidaridad, los trabajadores socialistas decimos que solo hay una forma de acabar con las guerras en esa región y con la explotación imperialista: terminar con el Estado de Israel y establecer un Estado Palestino Laico y Democrático, con igualdad de derechos para árabes y judíos, integrado en una Federación de Repúblicas Socialistas en Medio Oriente.
Argentinos y palestinos: el mismo enemigo la misma luchadores
La clase obrera y el pueblo argentino tenemos el mismo enemigo -el imperialismo y sus diversos agentes- y estamos librando la misma lucha que el pueblo palestino. Es por eso que, además de la movilización solidaria a la que apelamos, los socialistas llamamos a los trabajadores y a todos los sectores populares a redoblar la lucha anti-imperialista en la Argentina y en toda América Latina.
Después de la derrota de Puerto Argentino, el gobierno militar en vez de responder atacando de alguna manera los multimillonarios intereses del imperialismo en el país, se ha puesto otra vez de rodillas ante los EEUU. Ha anunciado un plan económico que llevará a los trabajadores a abismos de hambre, miseria y explotación peores que nunca. Eso lo hace para pagar a los usureros imperialistas la deuda exterior y para que las grandes empresas exportadoras extranjeras y oligarquía cipaya ganen más que nunca. Los socialista llamamos a luchar contra ese plan económico al servicio del imperialismo. Esta dictadura pro imperialista debe irse ahora mismo. Hay que realizar de inmediato elecciones libres para una Asamblea Nacional Constituyente, para que el pueblo a través de sus representantes determine qué hacer con la República.
*¡Apoyemos la lucha de los palestinos, los pueblos árabes y de Irán contra el imperialismo y sus gendarmes, Israel!
*¡Solidaridad con la OLP!
*¡Fuera del Líbano las tropas de Estados Unidos e Israel!
*¡Por un Estado Palestino Laico y Democrático! ¡Por la Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente!
*¡Fuera el imperialismo de las Malvinas y de toda la Argentina! ¡No paguemos la deuda externa a los usureros imperialistas! ¡Por la incautación de todas las empresas y bancos de capital extranjero!
*¡Que se vaya -¡ya mismo!- la dictadura pro imperialista! ¡ Por elecciones inmediatas a una Asamblea Nacional Constituyente! ¡Por un gobierno Obrero y Popular, que rompa definitivamente con el imperialismo!
Juventud Socialista – Partido Socialista de los Trabajadores 9/07/1982
Fuente Archivo León Trotsky LIT-CI