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Opinión por Guido Fava

PROYECTOS DE HIDRÓGENO Y COMBUSTIBLES SINTÉTICOS EN PAYSANDÚ Y TACUAREMBÓ

Toda América del sur vive por debajo de sus posibilidades, porque no hemos desarrollado nuestra industria como Europa y los Estados Unidos. Esa situación se debe a que imperialismo nos ha impuesto el lugar de ser productores de materias primas. Por esa razón, no seguimos el camino de aquellos países. Pero la extracción descontrolada de recursos naturales que hace el capitalismo sobre nuestras tierras nos coloca ante un enorme desafío: proteger nuestros ríos, mares, bosques y praderas, y el aire que respiramos.

Los países industriales se colocaron en ventaja, al haberse desarrollado arrasando desproporcionadamente con sus recursos naturales, los nuestros, los de África y los de Asia. La gran industria se moviliza desde hace 200 años quemando carbón y petróleo, cuyos humos se han acumulado en la atmósfera produciendo el cambio de clima que está castigando todo el mundo. Nuestro país no tiene industria pero tiene que sufrir tormentas devastadoras como las del año pasado, y sequías como la de hoy, y las cianobacterias presentes en costas, lagunas y arroyos. Nos perjudicamos con la riqueza ajena.

Para mover maquinarias fijas la solución está en generar electricidad con usinas atómicas, complementadas con centrales hidroeléctricas, generadores solares y de viento. Pero el transporte, fuera de los trenes eléctricos, queda sin resolver. En la búsqueda de combustibles que hagan menos daño al ambiente, existe una opinión difundida según la cual se debiera usar hidrógeno.

El gas hidrógeno es uno de los dos elementos que combinados forman el agua. Por ejemplo en la soldadura oxhidrica vieja, se quemaba hidrógeno de un tubo a presión, con oxigeno del aire o de otro tubo, produciendo una llama de gran calor y los gases de combustión son solo vapor de agua. De la misma manera se puede alimentar un motor de explosión de un camión con hidrógeno, y por el escape sale vapor de agua, sin hollín ni gases contaminantes. Sin embargo para llegar a esto hay inconvenientes graves.

LO QUE EL HIDRÓGENO TIENE EN CONTRA

Se oye decir que el hidrógeno es el combustible del futuro. Esto no es exacto, porque a diferencia del carbón o el petróleo, el hidrógeno no existe en la naturaleza al estado puro. Los procesos industriales con que hoy se fabrica hidrógeno, son a partir justamente de carbón o petróleo. Como es imperativo dejar de usarlos, se recurre a la descomposición del agua en sus elementos mediante corriente eléctrica. Este proceso, llamado electrólisis, consiste en hacer circular corriente eléctrica a través del agua. Si la electricidad se ha generado mediante usinas de viento, sol o hidráulicas, que no producen gases contaminantes, se le ha dado el nombre de «hidrógeno verde».

Sabemos que es una necesidad dejar de quemar combustibles y más de aún de manera indiscriminada. Pero advertimos la propaganda engañosa del capitalismo que presenta salidas idílicas que no son reales.

En el electrodo negativo se desprende hidrógeno que es el producto principal de este proceso. En el positivo se puede obtener oxígeno, que es un subproducto valioso.

Esto es lo que se propone hacer, en el caso del proyecto HIF Global con agua del río Uruguay; y en el proyecto Tambores con agua de perforaciones subterráneas.

Acá recalcamos otro despropósito del hidrógeno como combustible. Se generarán grandes cantidades de energía eléctrica que es de alta calidad: se puede usar en motores eléctricos con un muy alto rendimiento. Con el hidrógeno obtenido a expensas de esa electricidad, se producirán combustibles para usar en motores de explosión que tienen un rendimiento del 30%. En este caso, el hidrógeno es la manera de hacer funcionar indirectamente un motor de explosión con energía eléctrica, aunque con un desperdicio importante.

El tercer inconveniente del hidrógeno es su dificultad para almacenarlo. Como gas en cilindros de alta presión, presenta pérdidas ya que difunde aún a través de metales.

Para licuarlo hay que enfriarlo a 250 grados bajo cero. Se ha experimentado de mantenerlo absorbido en los poros de una variedad de grafito. Pero lo que se busca hacer en Paysandú y Tacuarembó es nafta sintética y alcohol, apatir de ese hidrógeno y de gas carbónico captado de chimeneas industriales. Una vez que el hidrógeno se combinó químicamente para producir otro combustible, el problema de almacenarlo está resuelto.

El sentido de esto es sacar de la atmósfera un gas contaminante, lo que sin duda es un beneficio. Naturalmente la chimenea de Alur contribuye en una ínfima parte a la contaminación mundial. Cuando esta nafta sintética se queme en los motores, se vuelve a descargar a la atmósfera el gas carbónico que se captó antes, con un balance cero. (Con la nafta normal estamos desenterrando el petróleo con carbono dormido hace millones de años, y lo volcamos al aire)

Por el alto costo de este proceso, esa nafta producida no es para nosotros. Se exportará a Europa donde las leyes tienen un programa de substituir combustibles sacados del subsuelo (fósiles), más baratos, por otros llamados verdes aunque sean muy caros.

Acá llamamos la atención sobre la planta del Portland de Ancap de Paysandú que está a 800 metros de la de Alur. Esta planta produce 240 mil toneladas de cemento al año (5), lo que implica emitir 121 mil toneladas de dióxido de carbono al año solo en el proceso sin contar otras operaciones como quemar combustible. Alur produce 55 mil toneladas de alcohol al año (6), lo que implica emitir 52,6 toneladas de dióxido de carbono al año, también solamente en el proceso.

¿Porqué el proyecto busca capturar sólo dióxido de carbono de la fábrica de alcohol siendo que el de la cementera es mucho más? Tememos que la respuesta pasa por la política del cierre de la fábrica de portland.

LOS PROYECTOS Y SUS PUNTOS OBSCUROS

Asesora del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) – Foto MIEM

1. Volumen de agua

En el caso de Tacuarembó, no se puede asegurar que en la zona donde se extraiga agua de pozo para el proyecto, no se perjudiquen otros pozos usados para riego y consumo. Por más que el volumen total sea bajo comparado con el bruto que maneja OSE según sus estadísticas publicadas (7).

El acuífero es una roca porosa y permeable que está saturada de agua y contenida entre otras dos rocas impermeables, por arriba y por abajo, que evitan que el agua se filtre. Cuando se perfora un pozo hasta alcanzar el acuífero, el pozo se llena de agua hasta un nivel que esté en equilibrio con el agua de la roca. Al sacar el agua con una bomba, el nivel baja y el agua de la roca circula por sus poros para reponer el nivel del pozo. Esto naturalmente genera un pulso de baja presión que se mueve a través de los poros. Por un lado, esta baja presión afecta todos los pozos que sacan agua del mismo acuífero; por otro lado llega hasta el río que alimenta al acuífero y favorece su recarga.

Como la circulación es lenta a través de los poros, que tienen menos de un milímetro de diámetro, se comprende que no se puede extraer más de la capacidad que tenga el acuífero de recargarse. Localmente el perjuicio puede ser grande, por más que el volumen bruto no sea comparable a los que maneja OSE.

En el caso de Paysandú, el río Uruguay tiene un caudal de alrededor de 4000 metros cúbicos al segundo (8), o sea 346 millones de metros cúbicos al día. En caso de sequía como la de este año, ha bajado a 86 millones de metros cúbicos al día. Como la producción propuesta es de 700 metros cúbicos de nafta por día (9), se necesitan aproximadamente 6 mil metros cúbicos de agua por día, 0,01% del caudal mínimo. Si es así, ese volumen de agua no va a alterar al río ni aún con sequía.

Ya que la planta se instala en nuestro país por la abundancia de agua que Europa carece, sería oportuno cobrar un canon por el uso del río. O mejor, que OSE instalara una planta que proveyera de agua tratada a la planta de hidrógeno, siendo que ésa es su función.

2. Campos

Las plantas industriales en cuestión no ocupan demasiada superficie, y ocuparán una cantidad importante de personal durante la construcción, pero muy poco cuando funcionen. Lo que sí se está observando es una gran demanda de campos para instalar los paneles solares, los molinos de viento y los pozos. Demanda quiere decir en nuestro sistema especulación inmobiliaria y suba de los precios de las tierras, para comprar o arrendar.

Como ya ocurrió otras veces, el chacarero queda cada vez más lejos de conseguir un campito para trabajar. El despoblamiento rural avanza sin piedad desde hace décadas, y lo que estamos viendo es una reforma agraria al revés: privarle de tierra a los más pobres para que las tengan los más ricos. La inversión más grande de la historia del Uruguay resultará en más gente desplazada a los barrios marginales de Paysandú y Montevideo, más y más barata mano de obra para la industria.

3. Lo que no sabemos.

Una historia color de rosa para los italianos o alemanes que puedan manejar su auto pensando que no están haciendo daño al ambiente. A nosotros, además de lo expuesto nos queda la duda de otros tipos de contaminación que puedan producir esas fábricas en sus alrededores. Qué harán con los desechos sólidos y líquidos que inevitablemente producen esas plantas, de los que no tenemos información por ahora y de los que llamativamente nadie habla. Qué efecto tendrán sobre el ambiente los gases que emane la planta de nafta sintética. Sobran los ejemplos de industrias que están prohibidas en las metrópolis capitalistas que cuidan el ambiente, caso de las papeleras, entonces vienen a radicarse en nuestros países que controlan poco.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Si bien el Uruguay necesita industrias, estas fábricas y demás instalaciones no son una planificación en base a necesidades de nuestra sociedad. Es muy probable igualmente que sean bienvenidas ante los altos indices de desempleo en la zona y lo cierto es que darán trabajo a algunos cientos de trabajadores. Ante este escenario habrá que seguir de cerca los posibles impactos en nuestro ambiente natural. (9)

Para que esto sea efectivamente así, el único que podrá controlarlo es el pueblo movilizado. No se puede confiar en la rapacidad de los inversores extranjeros ni en la tolerancia cómplice de los gobiernos. Solo el pueblo podrá evitar que esta historia termine siendo otro caso más de devastación de nuestros recursos naturales.

Referencias:

1. https://www.ancap.com.uy/18166/1/el-grupo-ancap-selecciono-a-hif-global-para-avanzar- hacia-la-inversion-mas-grande-en-la-historia-del-pais-en-un-proyecto-de-fuerte-impacto- ambiental.html

2. https://www.elpais.com.uy/negocios/noticias/radiografia-de-la-inversion-mas-grande-de-la-historia-de-uruguay-us-4-000-millones-para-producir-gasolina-verde

3. https://www.elobservador.com.uy/nota/las-12-claves-de-la-mega-inversion-de-us-4-000- millones-para-producir-gasolina-verde-en-uruguay-20236919330

4. https://h2lac.org/noticias/tambor-green-hydrogen-hub-el-nuevo-proyecto-uruguayo-de-hidrogeno-verde/

5. https://www.ancap.com.uy/2203/1/planta-portland.html

6. https://www.alur.com.uy/agroindustrias/paysandu/

7. http://www.ose.com.uy/agua/agua-elevada

8. https://www.saltogrande.org/datos_horarios.php

9) https://brecha.com.uy/conversando-con-villa-tambores/