El pasado 20 de julio los trabajadores paralizamos el país. En la industria, en los servicios públicos, en toda la enseñanza y en la salud. No hubo transporte de pasajeros de ninguna de las cooperativas, los ómnibus que los patrones de Cutcsa pusieron en la calle circularon casi vacíos. El paro expresó la bronca de miles de trabajadores que están en conflicto y de los que ocupan empresas contra los cierres, despidos y abusos patronales. Expresó también  la rabia de quienes reclaman salarios, presupuesto público para la educación, la salud y el fin de las tercerizaciones

El paro fue parte de la lucha que vienen dando obreros y estudiantes en toda Latinoamérica. Los trabajadores de Argentina enfrentan y pelean contra los recortes y despidos del gobierno de Macri, en el Brasil los obreros quieren echar a Temer y en Venezuela salen a las calles contra la falsa Constituyente de Maduro.

Muy contrariamente a muchos pronósticos erráticos que usa la falsa izquierda y la burocracia sindical, que nos quiere engañar hablando de un “giro a la derecha”, los trabajadores están demostrando con sus luchas, que eso es mentira. Ese discurso solo sirve a quienes quieren mantener el apoyo a gobiernos como los Frente Amplio, que recorta los salarios, no cumple con el 6% del PBI para educación, privatiza los sectores públicos por medio de las PPP y paga millones de dólares a los especuladores financieros de la fraudulenta deuda externa.

Lamentablemente la burocracia sindical, la cúpula del PIT-CNT, no es consecuente en la pelea, no quiere enfrentar seriamente al gobierno y a las patronales. Es por ello que no llamó a una gran movilización y se contentó con una conferencia de prensa entre cuatro paredes, en la sede de la Central. Estos dirigentes intentan que el paro solo sea una válvula de descompresión, para disipar la bronca que existe con el gobierno, entre cada vez más trabajadores.

Por ello antes del paro dijimos que había que garantizar la medida desde los lugares de trabajo, desde los liceos y facultades. Y ahora debemos de la misma manera continuar. A pesar de la burocracia y contra su voluntad, el paro fue un paso adelante ya que unificó todas las luchas en una sola. Es necesario exigir que tenga continuidad, que se consulte a los trabajadores en asamblea para que decidan como seguir, hasta que se conquisten todos nuestros reclamos.

Son los trabajadores quienes debemos decidir cómo continuamos, y no la cúpula de los sindicatos. Hay que seguir la pelea y nosotros opinamos que se debe profundizar la lucha. Hay que conquistar el 6 + 1 del PBI para la educación pública ahora, necesitamos aumentos de salarios y  jubilaciones que cubran como mínimo la media canasta familiar ($37mil). Hay mucha plata, debemos luchar para que se deje de pagar la deuda externa y se pague la deuda con los trabajadores.  La derrota parcial de las PPP en el Hospital de Clínicas demostró que si luchamos y nos organizamos se le puede parar la mano al gobierno.

Necesitamos unificar la lucha y que sean los trabajadores quienes decidan en grandes asambleas cómo seguimos adelante.