Foto – PSTU B

Los trabajadores argentinos pararon y se movilizaron el pasado 24 de enero, junto a las organizaciones de desocupados, la izquierda y otros sectores políticos. Este fue el primer paro general junto a una gran movilización que enfrentó en las calles al gobierno del ultraderechista de Javier Milei, que asumió hace menos de dos meses. 

Las sucesivas amenazas e intentos de intimidación del Gobierno, con el protocolo antipiquetes, contra entidades, dirigentes sindicales y populares, activado por el Ministerio de Seguridad que lidera Patricia Bullrichi, no fueron suficientes para frenar la huelga, a la que asistieron mas de un millón y medio de trabajadores en todo el país, tresientos cincuenta mil sólo en la capital Buenos Aires.

El país enfrenta una grave crisis económica y social como consecuencia de sucesivos gobiernos neoliberales y patronales, tanto de la derecha, como de los partidos que que se denominan peronistas y kirchneristas. Esta gran crisis se profundizó en el último período por la devaluación del peso, impuesta por el nuevo gobierno de Milei, que significó una caída brutal de los salarios y los ingresos de la gran mayoría de la población. Por otro lado, el salto enorme de la inflación ya alcanzó el 211% el año pasado, llevando a que las tarifas y los productos de primera necesidad duplicaran o triplicaron sus precios.

El gobierno intenta imponer en el Congreso la “Ley de Transportes” y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que, en conjunto, representan un ataque sin precedentes a la clase trabajadora y a la población en su conjunto, entre otras medidas de desmantelamiento y entrega. servicios y empresas de servicios públicos, despidiendo a miles de trabajadores públicos, anulando leyes laborales, reduciendo las jubilaciones, prestaciones y derechos sociales. Tambien se ataca de forma violenta el derecho de huelga, laborganización y movilización y Milei quiere que se le otorguen super poderes para gobernar por decreto.

Foto sindicato de ATE – Captura de pantalla

El día 24 se produjo una huelga masiva de trabajadores del sector público, bancos, trabajadores de la salud, jubilados, así como desempleados y trabajadores del transporte, que operaron parcialmente hasta las 19:00 horas y estuvieron paralizados el resto del día. 

Fuerzas policiales, apoyadas en el “protocolo antipiquetes” organizado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich , intentaron bloquear el ingreso de cientos de omnibus a la capital, así como en varios puntos de la ciudad, con el fin de obstaculizar el paso de los manifestantes, pero no pudo contener la multitud movilizada que se concentro en el acto de Plaza Congreso.

Decenas de miles contra Milei

Los Trabajadores y población acudieron a Plaza Congresso con cánticos y consignas contra Milei y sus ataques. Desde Brasil estuvieron presentes el dirigente del metro de San Pablo, Altino Prazeres, y la profesora Kátia Sartori, militantes del PSTU de Brasil, que participaron en la protesta de Buenos Aires con el objetivo de solidarizarse activamente con la clase trabajadora argentina, sumándose al bloque PSTU-Argentina, partido hermano en el país y miembro de LIT-CI

Además de la capital, las manifestaciones se produjeron en prácticamente todas las regiones del país, como Neuquén y Comodoro Rivadavia.

Milei sufre contratiempos, pero el ataque continúa

Días antes del Paro General, el gobierno de Milei comenzó a dar marcha atrás en algunos puntos de la “Ley omnibus”, modificando, por ejemplo, el decreto de “Estado de Emergencia Económica” de 4 años a 2. También retiró a la petrolera YPF de la lista de empresas a privatizar, pero mantiene otras 40. Ha retirado tambien el punto que le daba potestades de fijar por decreto el aumento de las jubilaciones. La intensa movilización del sector cultural también contuvo por el momento, el ataque de Milei al Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), fundamental para el importante cine que se produce en el país.

La Suprema Corte también declaró la nulidad de seis artículos del DNU sobre leyes laborales, como el que reemplaza el pago de horas extras por un banco de horas, el que deroga los convenios colectivos de trabajo (la ultraactividad), el que restringe la celebración de asambleas y otros puntos que en la práctica, criminalizan el derecho de huelga.

Pese al retroceso de Milei y los reveses del gobierno en los tribunales, el grueso del DNU y la “Ley Omnibus” siguen vigentes y su diacución continúa en el Congreso. La Huelga General del día 24 fue importante y demostró, que a pesar de la burocracia de la CGT y las otras centrales, la fuerza de la clase trabajadora argentina se hizo sentir. Sobre todo, demostró que sólo la acción directa en las calles, de la clase y el pueblo pobre, es la que puede revertir la serie de ataques de Milei a las condiciones de vida, los derechos y las libertades democráticas del pueblo argentino.

Solidaridad Internacional

La Huelga General del día 24 en Argentina contó con la solidaridad de trabajadores de diferentes partes del mundo, con acciones en consulados y embajadas de América Latina y Europa.

Concentración en la embajada Argentina Montevideo – Foto IST

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