Tres años del gobierno Cartes: hagamos las cuentas
El gobierno de Horacio Cartes afianzó la política tributaria basada en el apriete y expansión de los impuestos indirectos. El principal de ellos, el IVA, es un impuesto que todo el pueblo trabajador paga al comprar sus bienes de uso, alimentos, vestimenta, medicamentos, alquileres y casi todo lo que se necesita para subsistir. Más del 50 % de los ingresos del Estado lo aporta el IVA, veamos en comparación a otros impuestos.
Por: Partido de los Trabajadores de Paraguay – LITCI | www.LITCI.org
A pesar de que en los tres años del gobierno de Cartes hubo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) (14,2 % en el 2013, 4,4 %en el 2014 y 3 % en el 2015) en el gráfico queda patente el aporte marginal, de los sectores “dinámicos de la economía”, para sostenimiento del Estado.
Según la publicación de la Sociedad de Economía Política de Paraguay SEPPY, “el aporte del sector agropecuario sirvió para sostener el funcionamiento del Estado por apenas cuatro días, considerando que el gasto público el año pasado fue algo más de 31 millones de dólares por día”.
También las grandes trasnacionales agroexportadoras apenas dejan caer sus migajas a las arcas del Estado. Siguiendo al documento de SEPPY “En el 2014, las seis agroexportadoras más grandes realizaron remesas al exterior por US$ 2.558 millones, pero sólo tributaron al fisco 14 millones de dólares…pagando impuestos por solamente alrededor del 0,5% de su facturación bruta dejando en evidencia el fracaso del control de los precios de transferencias por parte del Ministerio de Hacienda”.
La presión tributaria del Paraguay es la más baja de la región. El sector agropecuario, en su versión de agronegocios, utiliza escasa mano de obra, por eso es que el crecimiento económico se deriva en mayor desigualdad, es decir los ricos se llevaron más producción social concentrando todavía más la riqueza y aumentando la brecha entre ricos y pobres.
Debemos hacer también recuento de dos factores que surgen como consecuencia de la amnistía impositiva a los ricos: por un lado, aumenta progresivamente el déficit fiscal.
El balance fiscal cerraría con un saldo negativo en torno a 1,8 % del PIB como en el 2015, excediendo por segundo año consecutivo los límites establecidos por la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Por otro, el desmesurado crecimiento de la deuda externa, que ya llega a 6.330 millones de dólares, lo cual constituye el 23 % del PIB. Debe decirse, además, que los “bonos soberanos” se están colocando a intereses nada bajos (5 %), y a un plazo relativamente, corto (10 años).
Para el pueblo trabajador, al hacer las cuentas del gobierno de Cartes, los números no cierran, se engrosan las filas de los pobres extremos, a los que cuentan con un puesto de trabajo, el sueldo no les alcanza para lo básico y con esta dinámica, solo puede empeorar. Cartes: mirando los números, no da, ni para seguir soportando y mucho menos para tu pretendida reelección. ¡Andate!
La narcopolítica y el proceso de mexicanización
La narcopolítica siempre tuvo vía libre en nuestro país, si bien su epicentro se encuentra ubicado en el norte del país, en los departamentos de Canindeyú, San Pedro, Concepción y Amambay, sus tentáculos se extienden a otras zonas.
Se puede afirmar con certeza que las organizaciones mafiosas no podrían sostenerse ni expandirse, como lo han hecho en el último periodo, si no fuera por su íntima vinculación con los centros de poder político.
En 2014 los datos oficiales daban cuenta que los organismos de seguridad investigan 1.900 casos de narcotráfico ligados a autoridades.
Los negocios del narcotráfico, el contrabando, la trata de personas y el lavado de dinero proveniente de estos y otros delitos son fuentes principales del sostenimiento de los partidos tradicionales y sus campañas políticas, en especial del Partido Colorado.
Actualmente, además de financiar campañas, los capomafiosos logran cargos electivos. Abundan casos identificados de varios diputados, gobernadores, concejales departamentales y municipales vinculados al negocio. Para no ir más lejos, el presidente de la República Horacio Cartes, es sospechoso de una serie de negocios ilegales, entre ellos el narcotráfico.
Varios informes periodísticos dan cuenta de que la tabacalera Tabesa del presidente Horacio Cartes se halla involucrada en operaciones de contrabando. En Brasil y Colombia fueron incautadas miles de cajetillas por valor millonario.
La familia Cartes se inició en el delito de la usura, para luego pasar a la evasión de divisas, motivo por el cual Horacio estuvo procesado y fue enviado a la cárcel de Tacumbú. Cartes también mantuvo lazos con Fahd Yamil, conocido mafioso de la frontera, condenado a 30 años de cárcel en Brasil, por tráfico de drogas y otros delitos.
Las vinculaciones con el narcotráfico, no es sólo patrimonio del Partido Colorado, también están el PLRA y el UNACE tienen altos exponentes vinculados a los negocios ilegales.
En ese sentido es digno de destacar, el Senador Robert Acevedo, sospechoso de tener vínculos con negocios ilegales. Actualmente es, con el apoyo del Frente Guasu, presidente del Senado.
Negocio millonario, teñido de sangre
Los negocios de los capos mafi osos, al momento de disputarse zonas, rutas, clientes, puestos políticos, etc. tienen costos altos y muchas veces incluyen terribles muertes. Las últimas y más resaltantes fueron la del intendente de Bella Vista, Miguel Echeverría (ANR), la de Jorge Rafat, conocido mafioso vinculado con el político colorado, y la del exdiputado Magdaleno Silva (ANR), sospechado de narcotraficante, que antes de ser asesinado por sicarios acusaba a su rival político, el también diputado colorado Alsimio Casco de estar detrás de los atentados previos contra su vida.
Este contexto en el que se desenvuelve y opera la mafia es el fenómeno que muchos han denominado proceso de mexicanización del país. La analogía con lo que sucede en México resulta del desarrollo que conlleva una significativa evaporación de las instituciones del Estado en determinadas zonas, donde los que rigen el destino del lugar pertenecen a una organización mafiosa que, sin necesidad de una actuación paralela respecto a las autoridades constituidas, ya que existen relaciones carnales con las mismas, y por ende determinan las actividades económicas y comerciales del lugar.
Las denuncias cuestan vidas
Las denuncias a los mafiosos han costado la vida a quienes han tenido la valentía de hacerlo. Los casos más emblemáticos son el asesinato -hasta hoy impune- del periodista Santiago Leguizamón (1991), y el de del periodista Pablo Medina y su asistente Maribel Almada, en cuya acción estuvieron directamente involucrados autoridades y agentes políticos colorados, empezando por el intendente del lugar, Neneco Acosta.
Construyamos una alternativa
Bajo el capitalismo la droga es una mercancía, el narcotráfico se ha convertido en una rama de la producción capitalista que por su ilegalidad tiene una altísima tasa de ganancia. La vinculación intrínseca con el aparato del Estado es vital para su sostenimiento y expansión.
Para un verdadero combate al narcotráfico hace falta una lucha frontal contra el lavado de dinero, el control de la circulación de capitales, la desaparición del sigilo bancario y la consiguiente confiscación del dinero y las propiedades del resultado del tráfico y del lavado.
Las y los trabajadores debemos entender que la primera medida para luchar contra estas organizaciones mafiosas es construir una fuerte alternativa política independiente y clasista, que lleve a un gobierno de los trabajadores para acabar con las lacras del capitalismo, incluido el narcotráfico.
Artículo publicado en El Socialista n.° 186, agosto de 2016.-