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A pesar de que subió su tono crítico en los discursos, la dirigencia del FA es responsable de que este plan de gobierno pase con facilidad y que la LUC haya sido aprobada. Su “autocrítica” no ha convencido a nadie y su constante actitud de brindar “gobernabilidad” a la derecha antiobrera termina favoreciendo el ajuste y los recortes en marcha del gobierno de Lacalle.

Afirmamos esto porque a pesar de su poder de convocatoria no han llamado a las calles, ni a movilizarse masivamente. Su accionar es y ha sido el de negociar y pactar en el parlamento las medidas que aplica la derecha liberal a favor de los más ricos. Nos dicen que, de otra forma, las medidas serían aún más duras. No lo vemos de esa manera.

Esta dirigencia del FA mira las “soluciones” desde los sillones cómodos del parlamento y nos dice que esto cambiará en 2024, cuando vuelvan al gobierno, y para ello ya están de campaña electoral con algunos de sus dirigentes recorriendo el país.

Pero nuestras necesidades no pueden esperar 2 o 3 años. La clase trabajadora necesita dar batalla ahora contra la desocupación, el hambre, los femicidios y enfrentar el enorme ataque de este gobierno de derecha. Quienes estamos precarizados, con salarios que no llegan a fin de mes, quienes viven en la calle y el empeoramiento de nuestras condiciones de vida, no pueden esperar. La dirigencia del FA, su coalición con “patrones progresistas” y burócratas sindicales, no sirve a nuestras necesidades y se evidencia cada día más.

La herramienta no sirve, necesitamos una nueva

La juventud trabajadora y estudiantil cuestiona mucho a esos dirigentes del FA y algunos honestos militantes de base se refugian en hacer solo sindicalismo, por que no ven otra salida. A ellos nos queremos dirigir especialmente. Hoy otra salida, el sindicalismo por sí solo no basta para llevar adelante un cambio social de fondo. Es necesario crear un gran partido de las obreras y obreros, de nuestra clase, que integre a los estudiantes y a las mujeres que se rebelan contra el machismo. Necesitamos un partido revolucionario socialista e internacionalista, que sirva de guía para cambiar de raíz este sistema social de los capitalistas, que solo nos trae penurias y sufrimientos.

Los pueblos nos dan hoy muestras de su heroísmo. Salen a las calles, realizan insurrecciones, tumban gobiernos y dan la vida en la pelea. No existen problemas en las masas. Ellas luchan y dan muestras de heroísmo. El problema se encuentra en los dirigentes y sus partidos. Ellos permiten que luego de durísimas luchas los capitalistas vuelvan a colocar otra cara, otra figura, que cambia algo para no cambiar nada, manteniendo intacto el sistema capitalista. Y así luego nos vuelven a atacar y nos sacan el doble de lo que habíamos conquistado con la lucha.

Por eso necesitamos un nuevo partido, sin patrones, sin burócratas ni generales patriotas. No basta con tirar abajo un gobierno, hay que instaurar un nuevo sistema social: el socialismo internacional donde los que gobiernen sean los trabajadores por medio de sus organismos.

El socialismo de Marx, Lenin y Trotsky, solo lo conquistaremos por medio de la movilización y la lucha. Es por esa razón que el partido a construir tiene el fin fundamental de intervenir en la lucha de clases cotidianas, por el salario, contra el machismo, el hambre, la desocupación, para enfrentar las reformas regresivas y los gobiernos que las aplican. Es en medio de esas peleas que les propondremos a los jóvenes activistas poner en pie el Partido de la Revolución Socialista Mundial.

Ese camino no es fácil, pero es el único que podrá comenzar a resolver los problemas de fondo. Los compañeros de IST y la LIT-CI a nivel mundial, mientras hacemos parte de las luchas cotidianas, queremos conversar y analizar junto a los luchadores y activistas la construcción de una organización para esa salida de fondo.