Además, las mujeres asumen los trabajos de cuidados, necesarios para la reproducción de la clase trabajadora. Con ello, el Estado ahorra los servicios sociales tales como guarderías, comedores, centros de atención a dependientes, etc…
Por esto, las políticas “feministas” de las instituciones oficiales suelen limitarse a aspectos como “lenguaje inclusivo” o a promover mujeres en puestos directivos del sistema. Con ello, intentan responder a la inquietud de las mujeres sin cuestionar los aspectos esencial del capitalismo.
Fuente: https://litci.org/es/menu/lit-ci-y-partidos/campanas/8m-2019/no-revolucion-sin-la-mitad-la-clase-trabajadora/