EN DEFENSA DE MÉXICO, CONSTRUIR UNA JORNADA DE LUCHA NACIONAL
Abajo el gasolinazo
Declaración del Grupo Socialista Obrero de México, sección de la LIT-CI en dicho país.
Estamos viviendo una de las convulsiones más fuertes desde Ayotzinapa. Las protestas de la población contra una acción del gobierno abarcaron a todo el país. El martes las protestas se extendieron por 29 estados. El miércoles se extendieron a las 32 entidades federativas. Y siguen avanzando. Las provocaciones de grupos policiales y operativos del gobierno y del PRI para criminalizar la protesta y meter el pánico entre la población no le alcanzan para apagar la sed de justicia. Las protestas son una respuesta a un sentimiento generalizado de indignación: las reformas estructurales ya demuestran a qué vinieron. Un aumento de esta magnitud repercute en los precios de los productos de la canasta básica.
La privatización y desmantelamiento de PEMEX es el golpe profundo a la economía del país y otro paso hacia la profundización de la desigualdad social y dependencia de México. Sea educativa, de salud o energética, las reformas representan la entrega del país al capital extranjero.
La lucha contra el aumento a la gasolina se ha empezado a entrelazar con la lucha contra el aumento del transporte, como está sucediendo en el Guanajuato, estado de México, Jalisco, Yucatán y otros. En León, los trabajadores del ayuntamiento decidieron suspender el cobro del impuesto predial y agua como muestra de apoyo.
Peña Nieto debe irse
Con el gasolinazo Peña Nieto vuelve a estar en el centro del descontento, como cuando Ayotzinapa, la Casa Blanca y la invitación a Trump. No es que el gobierno haya “cometido un error” con el gasolinazo. Peña Nieto cumple con las órdenes de sus amos: las corporaciones transnacionales y el FMI. No refina crudo en el país e importa gasolina. Para pagar la estafa de la deuda a esos buitres usureros aumenta el impuesto a la gasolina y algunos otros y brutales recortes a los gastos del presupuesto e inversiones necesarias en salud y educación, desarrollo rural y programas sociales para las comunidades indígenas, Transportes, PEMEX, energía…
Peña Nieto lo repudia casi todo el pueblo. Lo sostiene Trump, su nuevo patrón, que ahora le colocó al Secretario colonial, Videgaray. Qué EPN y su banda se vayan para bien del país y el pueblo mexicano.
Construir una jornada nacional de luchas contra las reformas y el saqueo
Estamos en una situación inédita en la historia del país. Es el momento de convertir la indignación en lucha generalizada. La disposición de movilizarse de los trabajadores y juventud mexicana se demuestra cada día más vigorosa. El principal problema es que no existe un organismo que centralice todas estas expresiones de furia.
Este es el momento y no cifrar la “esperanza de México” en la farsa electoral del 2018. Aquellos que se declaran por los cambios profundos en favor de los trabajadores deben moverse. Sean partidos como Morena, o las centrales sindicales como UNT (Unión Nacional de Trabajadores), la Nueva Central de Trabajadores, el EZLN, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); deben unirse y ponerse a disposición de las luchas y su organización. La CNTE es fundamental en ese proceso, por su autoridad nacional en la organización de la lucha reciente que durante todo el año enfrentó al gobierno que destruye la educación. Por eso nos sumamos a las movilizaciones de los próximos días y apoyamos la construcción de una Asamblea Nacional, Obrera, Campesina, Popular, Indígena y Estudiantil que tome la gran tarea de construir una jornada de lucha y organización de los trabajadores hacia un Paro general activo
– ¡Abajo el Gasolinazo!
– ¡No al desmantelamiento de PEMEX! ¡Defendamos la mayor conquista de los trabajadores y el pueblo mexicanos!
– ¡Refinación del crudo en México y no importar gasolina!
– ¡Por la segunda expropiación del petróleo mexicano!
– ¡Suspender el pago de la deuda externa! ¡Establecer el control de cambios y confiscar empresas norteamericanas!
– ¡No a las contrarreformas estructurales privatizadoras!
– ¡Peña Nieto debe irse!