Se desarrolló por primera vez en Uruguay el Encuentro de Mujeres, EMU. Cientos de compañeras formaron parte de las rondas y los diferentes espacios donde las temáticas y discusiones fueron muy diversas. En este ámbito se desarrollaron las diferentes visiones como enfrentar esta gran problemática de la violencia hacia la mujer y el machismo, donde se expresaron los diferentes grupos que participamos y muchas mujeres que lo hacían de forma independiente.

En su desarrollo escuchamos la riqueza de las diferentes intervenciones de temas que desde el gobierno dicen estar laudados. Pero una cosa es la ley, que habla de nuestros derechos y otra la realidad cuando se intenta acceder. Esto sucede por ejemplo con la ley de interrupción voluntaria del embarazo, y las dificultades relatadas por compañeras que han pasado por esas situaciones. Se denunció la negativa de los médicos de la ciudad de Salto a realizar abortos, el papel de presión psicológica jugado por el equipo de entrevistas, “que te envían a pensarlo unos días” y otras influencias culturales que que lo transforman no en equipo de ayuda multidisciplinario, sino en un “tribunal de inquisición” al decir varias mujeres. El derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, si bien se dieron pasos, continúa siendo una batalla, debemos ser nosotras las mujeres las que realmente sin ningún tipo de coacción las que decidamos sobre nuestro cuerpo.

Este encuentro tuvo la independencia del gobierno, este no aportó ningún tipo de financiamiento y lamentablemente la central obrera, el PIT-CNT no apoyo y ni siquiera mencionó el mismo, salvo honrosas excepciones de algún sindicato o agrupaciones clasistas.

A pesar de ese boicot, podemos decir que las centenas de mujeres presentes, dan testimonio de una temática a la que el gobierno del Frente Amplio no da respuesta y se ha limitado a algunos pequeños parches, que se caen a pedazos ante la magnitud del problema. Y de esto también da cuenta un presupuesto votado en forma reciente en a Rendición de Cuentas, que recortó el gasto social, entre ellos el destinado a la problemática de la mujer.

El Estado administrado hoy por el gobierno del FA, aplica un plan económico apoyado por la vieja derecha, siendo todos ellos los máximos responsables de los padecimientos de la mujer, de los asesinatos, de tengamos los índices más altos de desempleo -30% entre las mujeres más jóvenes- y que seamos presionados en forma continua cuando intentamos ejercer nuestros derechos.

Las mujeres seguimos siendo violentadas, asesinadas sometidas, desaparecen adolescentes de los barrios más humildes, la prostitución y el tráfico de mujeres –trata- son un flagelo que rompe los ojos día a día.

Desde Lucha Mujer e Izquierda Socialista de los trabajadores, estuvimos presentes allí para expresar la visión marxista del problema y así lo hicimos. Explicamos una y otra vez que la división no era sexos, entre hombres y mujeres, sino que la división que realmente nos separa y divide es de las clases sociales. De un lado los patrones y patronas y del otro, las trabajadoras y los trabajadores. Reconocemos que todas las mujeres son sometidas y estaremos en las calles para expresar nuestro repudio frente a todos esos hechos.

Pero también sabemos y expusimos que hay un sector pequeño de mujeres que explotan someten y oprimen a otras mujeres. María Julia Muñoz en medio del conflicto docente maltrato a las mujeres trabajadoras docentes y les impuso el decreto del pachecato, de la esencialidad. Por eso la organización de mujeres debe ser independiente del gobierno y los patrones, sean estos hombres o mujeres.

Es por ello que las obreras, las trabajadoras, estudiantes, las jubiladas necesitamos nuestra propia organización de clase y  desde esa doble condición de oprimidas y explotadas tenemos construir un programa transicional, conquistas para nosotras las mujeres y trabajadora que apunte a desterrar la violencia.

Pero además tenemos que atacar el fondo de este mal, de estos sufrimientos encadenados directamente a este el sistema capitalista. No solo la herencia patriarcal y la reminiscencia feudal es el eje único y principal de la lucha. Esas lacras heredadas por el capitalismo, la asimiló, las sostuvo e hizo parte del sistema actual. Pero como denunciaron las primeras luchadoras por los derechos de la mujer, las mujeres revolucionarias, la propiedad privada de los medios de producción las potencio y convirtió en el problema central que hoy azota a la mujer.

Nosotras quienes nos agrupamos en Lucha Mujer, somos integrantes, amigas y simpatizantes de un partido, IST y una internacional, la LIT-CI. Porque pensamos que para destruir este sistema machista para desterrar las muertes y los asesinatos debemos liquidar el sistema capitalista que hoy fomenta y apaña todas esas prácticas.

Fue así, que desde esta posición y en el marco del encuentro presentamos la película «Paz Pan y Tierra», donde debatimos con más de una decena de compañeras que se acercaron sobre la mujer y la revolución rusa, enlazándolo con todas estas problemáticas que enfrentamos las mujeres en nuestro país actualmente.

Es para las luchas cotidianas, para protestar ante cada violencia contra nosotras, para hacer grandes encuentros es que te convocamos. Pero fundamentalmente queremos que seas parte junto a nuestros compañeros de un partido y una internacional que quiere terminar con el capitalismo para construir una sociedad sin opresión, sin explotados ni explotadores, imponiendo mediante la lucha el socialismo con democracia obrera.