¿A qué vino el FMI a Uruguay?

El Uruguay, según afirman los economistas, no le debe dinero en forma directa al Fondo Monetario Internacional (FMI), sin embargo este organismo ha venido en forma regular a nuestro país, ha monitoreado nuestra economía para asegurarse que haya fondos públicos suficientes para pagar la deuda. Además “sugiere” medidas para que sean aplicadas por los gobiernos de turno. Y esto sucedió tanto bajo los gobiernos Blanco y Colorado, como también bajo la administración de los gobiernos del FA. El 17 diciembre el organismo emitió un informe sobre nuestro país elaborado en los días previos por los técnicos que llegaron a Uruguay y que agradecieron a “las autoridades -del gobierno- por su cálida hospitalidad”.

Escrito por Lorena

EL FMI rector y garante para que los países paguen su deuda externa

Si bien Uruguay canceló la parte de la deuda con el FMI en el año 2006, ello no significó que nuestro país no tenga deuda. Por el contrario, la deuda de Uruguay sumados sus intereses creció en forma espectacular, pasando aproximadamente de 20 mil millones de dólares en 2005 a 60 mil millones de dólares en 2019. Y esto sucedió a pesar de que los gobiernos pagaron una y otra vez en forma puntual.
Frente a esa enorme deuda, el FMI pasó a cumplir el papel de rector, de vigilante de nuestra economía garantizando año tras año el pago en forma puntual a los especuladores y usureros financieros. De esta manera los dineros que maneja el país se ven reducidos en forma drástica.

Al tener que sacar esas enormes sumas dinero año tras año, al presupuesto público le quedan migajas que deberá repartir en vivienda, salud y educación pública, salarios y jubilaciones entre otras cosas. Pero el FMI no se limita solo a asegurar que se hagan los pagos en forma puntual. Este organismo internacional le dicta o “sugiere” a los países, medidas económicas de recortes y rebaja salarial, los urge para que apliquen la “reforma” de la seguridad social y se entromete en reformas educativas al servicio del capital y los empresarios privados entre otras cosas.

Este sometimiento económico y político de los gobiernos al FMI y a otros organismos imperialistas, aparece aproximadamente en la década del 50. Y en las últimas décadas el FMI le dictó sus planes tanto a la dictadura militar, como a gobiernos Colorados y Blancos. Y en los últimos 15 años las medidas “recomendadas” fueron aplicadas por los gobiernos del FA que pagaron a rajatabla y colocaron en primer lugar los pagos de la deuda.

Esta nueva misión del FMI llega a pocos meses de que asuma el nuevo gobierno “Multicolor”. Por ello además de los dirigentes del FA, esta vez también “el equipo económico del presidente electo, Luis Lacalle Pou, se reunió con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI)”
“(…) Del encuentro participaron por el lado del próximo gobierno la futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche, el próximo director de secretaría del Ministerio de Economía, Fernando Blanco, y quien se desempeñará como presidente del Banco Central, Diego Labat.” (1)

Las recomendaciones del FMI

En su documento de diciembre el organismo elogió en su primer párrafo a Uruguay afirmando que “el país tiene una democracia que funciona correctamente, estabilidad política, solidez en su gobernanza e instituciones, y un elevado grado de cohesión social.”

Pero ni bien se avanza en la lectura, aparecen sus exigencias, sus “recomendaciones” a los gobernantes indicando que “deberían reducir la deuda” – es decir nos exigen pagar aún más dinero del que ya se destina a la deuda. Y afirma además que el gobierno debe “aprovechar las fortalezas institucionales” entre otras cosas “para implementar reformas estructurales” como por ejemplo la “Reforma de la Seguridad Social”.

¿Qué es la reforma de la Seguridad Social?

Esa Reforma que plantea el FMI, es la misma que se está aplicando en Argentina, Brasil, Francia y otros países y son un robo descarado de nuestro derecho a jubilarnos y un recorte de lo que recibimos en forma de pensión y jubilaciones.

La letra que usa el FMI para recomendar esta estafa, es el verso que el actual y el próximo gobierno repiten como loros: “debido al envejecimiento poblacional y al elevado nivel de gasto previsional (…) se necesitan reformas para garantizar la sostenibilidad y la suficiencia de los ingresos previsionales para las generaciones futuras.” Con este versito nos aumentarán la edad de retiro y nos exigirán más años de aportes para tener derecho a una jubilación.

El gobierno del FA en la voz de Danilo Astori afirmó que éste 2020 se debe aplicar la reforma y Lacalle Pou y todos los “multicolores” cierran filas frente a esa reforma exigida por el FMI.

Consejos de Salarios

El FMI también menciona en su documento, que bajo el gobierno del FA ya hubo cambios en los Consejos de Salarios, y afirma que los mismos son un paso adelante. “Las pautas revisadas para los consejos de salarios —que introdujeron consideraciones de productividad y desvincularon los salarios a la inflación pasada— son un paso importante para reducir la indexación.”

Esta medidas que ya fueron tomadas bajo el gobierno del FA significó, para quienes vivimos de un salario, que para lograr un aumento debemos producir más para el capitalista. A ese cambio se agregó otro: desvincular los sueldos de la inflación pasada. Esto significó que la mayoría de los empresarios privados no otorgan el salario perdido por inflación.

El año pasado el porcentaje que perdimos de salario fue del 8,7. Para seguir ganando lo mismo, frente a la pérdida del poder de compra se debió otorgar ese porcentaje. Pero como el gobierno introdujo 3 franjas, que según la “situación” de la empresa elegía el patrón otorgar el 8,5% si consideraba su empresa como dinámica, 7,5 para las empresas intermedias y 6,5 para los que se consideraban en “problemas”. Y los años siguientes estos porcentajes bajaron aún más.

Es evidente que la mayoría de los empresarios se consideró con “problemas”, dándose en los hechos una rebaja salarial. Por eso el FMI elogió esa medida diciendo: “los cambios en las pautas -de la- reciente ronda de negociación salarial, que introdujeron consideraciones de productividad y mayor flexibilidad (baja del salario), son un paso en la dirección correcta”, consideró el FMI.

Desocupación y precarización laboral

El propio organismo internacional reconoce que en Uruguay la “la tasa de desempleo aumentó, en especial el desempleo juvenil, hasta cerca del 30 por ciento.” Y en esta situación en la que hay muchos jóvenes buscando empleo y no encuentran, el FMI exige “mejorar la flexibilidad en la fijación de salarios” a la baja, y sostiene que para llevarlo adelante es necesaria “la cooperación entre empleados y empleadores”.

Inmiscuyéndose también en el terreno educativo nos “recomienda” que “de manera similar, el empleo juvenil debería resolverse en coordinación con la reforma educativa.”
Como vemos el FMI no solo hace un análisis económico y viene asegurar los pagos de la deuda, interviene en todas las políticas que se aplican en el país, incluida la educación para ponerlas al servicio de los mercados y los capitalistas.

El FMI saluda la suba del dólar

El organismo internacional reconoce que “las autoridades -del actual gobierno- permitieron que el tipo de cambio se ajustara de manera ordenada: el peso registró una depreciación respecto del dólar de EE.UU. del 17 por ciento desde fines de 2018.” Esto significó, en una economía dolarizada como la de Uruguay donde todos los precios se ajustan por el valor del dólar, una caída de los sueldos que se expresa en una pérdida del poder de compra. Con el mismo salario cada vez se compra menor cantidad de mercaderías.

Esta devaluación del peso uruguayo llevó a que las trabajadoras, los obreros y jubilados perdiéramos en el último año un 17% de nuestro sueldo. Para un salario de 20 mil pesos, significó una pérdida del poder de compra de 3.400 pesos.

El FMI exige aumentar los pagos destinados a la deuda externa

Al describir la situación económica el organismo afirma que “de continuar las tendencias fiscales, podrían socavar la sostenibilidad de la deuda y la confianza de los inversionistas. Dados los considerables riesgos a la baja, llevar la deuda en el mediano plazo a los niveles de 2012–14 (aproximadamente 10 puntos porcentuales del PIB por debajo del nivel actual)” son las recomendaciones del FMI. Esto significa para los trabajadores una profundización del ajuste, para recaudar más plata para la deuda. Y esto se llevará adelante metiendo aún más la mano en el bolsillo de los trabajadores.

FMI exige “disminuir el empleo público”

El FMI exige “disminuir el empleo público en sectores no prioritarios mediante la no renovación de vacantes y mejoras en la eficiencia del gasto -ya que- respaldarían el ajuste”,  afirmando que “es necesario establecer la credibilidad del programa de ajuste desde el primer momento.”
Como vemos el documento del FMI es todo un plan donde se inmiscuye en todas las políticas económicas y sociales. Muchas de estas medidas ya están siendo aplicadas por el FA, como lo reconoce el propio documento del organismo internacional. Y el gobierno “Multicolor” de Lacalle Pou desembarcará en marzo para profundizarlas y acelerarlas.

El problema de la deuda externa y todo lo que ella conlleva, es una atadura que nos mantiene dependientes de forma económica y política a las decisiones de un grupo de multimillonarios imperialistas que especulan y nos arrebatan nuestros dineros. No habrá soberanía del país mientras nuestra economía sea manejada desde el exterior y a conveniencia de nuestros acreedores financieros.

Una deuda ilegítima y fraudulenta

Esta deuda es ilegítima y fraudulenta. “¿Cuánto se pagó durante la dictadura? En números redondos entramos con más de 700 millones de deuda externa y salimos de ella con más o menos 4700 millones. Muchos de la cúpula golpista de la dictadura pasaron de funcionarios a estancieros.”(2) Y así en los sucesivos gobiernos. Por qué debemos pagar una deuda que no sabemos en qué se usó y que los términos de usura financiera ha llevado a que todos los gobiernos la paguen puntualmente y de forma sistemática, sin embargo cuanto más se paga, más se debe.

Los políticos patronales, los ricos, millonarios y todos los que sacan tajada por supuesto que quieren seguir pagando. Ellos tienen una vida lejana y apartada de las necesidades y sufrimientos que vivimos los trabajadoras, los obreros y jubilados. Por eso los gobiernos que han desfilado quieren cumplir con sus amos del FMI y ser buenos sirvientes del imperialismo, ellos tienen sus vidas y las de varias de sus generaciones ya resueltas.

Para quienes vivimos de un salario, para las mujeres que son asesinadas, para las obreras precarizadas, los trabajadores y los jubilados cada día es una lucha y cada vez se vuelve más cuesta arriba.
En nuestros comienzos la llamada Banda Oriental debió tuvo que realizar una revolución para expulsar al imperio español y al portugués, para romper las ataduras con los imperialistas de la época que nos sometían. La independencia económica y política duró poco tiempo por varias traiciones.

Hoy necesitamos una segunda y definitiva independencia, pero esta vez al frente de la revolución deberá colocarse la clase obrera. Por que no habrá independencia política y económica bajo el capitalismo. En este sistema social decadente y machista solo tendremos mayores sufrimientos.
Debemos romper las amarras con estos especuladores y delincuentes financieros, hay que dejar de pagar esta usura, esta estafa llamada deuda. No habrá salida para la salud y la educación pública, ni para terminar con la precariedad laboral, si seguimos manteniendo estas ataduras al FMI y al sistema capitalista.

Es necesario organizarnos desde abajo, trabajadoras y obreros a la cabeza acompañados por los estudiantes y clases medias empobrecidas por este sistema social. Debemos poner en pie una gran lucha para imponer el no pago de la deuda externa. La deuda enorme que existe es con los trabajadoras y obreros, con los más pobres, con la juventud y los jubilados. Y esa debe ser la prioridad. Estamos frente a una disyuntiva, son nuestras necesidades o la de los usureros capitalistas. Los ejemplos de las enormes rebeliones de Ecuador, Francia y Chile que han hecho retroceder a sus gobiernos, nos muestran que es posible hacer retroceder con la lucha los planes contra los trabajadores.

En ese camino será necesario avanzar y colocar en el poder un gobierno de trabajadores, que apoyado en las movilizaciones avance hacia la segunda independencia tomando medidas socialistas y utilizando como método la democracia obrera. Para organizarnos en este 2020 te invitamos a venir a ser parte de IST y la LIT-CI en esta enorme lucha que tenemos por delante.

1) https://www.elpais.com.uy/informacion/politica/arbeleche-reunio-mision-fondo-monetario-internacional.html
2) https://www.montevideo.com.uy/ZZZ-No-se-usa/LA-COLUMNA-DE-HELIOS-SARTHOU-uc53009