León Trotsky y la lucha por mantener vivo el marxismo revolucionario

León Trotsky fue un destacado teórico y revolucionario de principios del siglo XX, en 1905, con poco más de 20 años de edad, fue fundador y presidente del Soviet de Petrogrado en la Rusia zarista y participó de la revolución de 1905. Socialista independiente durante muchos años, se unió al partido Bolchevique en 1917. Creador del Ejército Rojo fue quien dirigió junto a Lenin la primera revolución socialista triunfante de la historia.

El partido de Lenin y Trotsky que guió al triunfo la revolución rusa en 1917, era un partido centralista democrático, es decir tenía amplia libertad interna en la discusión y grandes debates, pero luego de votada la política en los organismos partidarios, se salía hacia fuera como un solo puño. En los Congresos, los militantes del partido podían formar tendencias y fracciones, es decir, podían durante el desarrollo del Congreso proponer una política distinta e incluso formar fracción, que era postularse para cambiar la dirección partidaria. Luego de la toma del poder, incluso en medio de la guerra, los grandes temas se discutían en forma abierta en las páginas de la prensa partidaria y entre los militantes. Así fue por ejemplo con la paz de Brest y la independencia o no de los sindicatos del Estado revolucionario. Ese era el funcionamiento del partido bolchevique en vida de Lenin, esa era la organización revolucionaria que defendían y dirigía junto a Trotsky.

La agudización de la guerra contra el naciente Estado Obrero, el avance del Ejército Blanco del zarismo apoyado por ejércitos de más de 20 países, hizo que temporalmente se restringieran dentro del partido y los Soviets la democracia obrera, pero era algo muy transitorio, medidas llamadas a caer apenas la situación de la guerra interna lo permitiera. Esta medida fue una respuesta al cerco que se le venían imponiendo a los revolucionarios desde los países vecinos y obligaron a centralizar la lucha al máximo, pero repetimos Lenin y Trotsky la aplicaron como una medida obligada por la situación y que ante la primer mejora en la situación debía caer.

Pero lo que para Lenin y Trotsky, fue una medida excepcional, Stalin la convirtió en una norma permanente. ¿Cómo sucedió esto? En el curso de la revolución, los mejores cuadros del bolchevismo dieron su vida en la primera línea de fuego; luego del triunfo y la toma del poder, comenzaron a entrar al partido elementos oportunistas y vacilantes. La derrota de la revolución búlgara y alemana, el nacimiento del fascismo en Italia, comenzaron a dejar aislado al nuevo Estado revolucionario. Una burocracia encabezada por José Stalin comenzó a tomar las riendas del partido. Dialécticamente a cada derrota del movimiento obrero internacional, esta burocracia se fortalecía tomando cuerpo su discurso de edificación del “socialismo en un solo país”, la “coexistencia pacífica con el imperialismo”, el “partido único”, la eliminación por completo de la democracia obrera  y la “promoción del culto a la personalidad.”

La muerte de Lenin en forma temprana dejó solo a Trotsky en esta batalla. Se abrió así dentro del partido una lucha en defensa del marxismo-leninismo y León Trotsky  formó dentro del partido la “Oposición de Izquierda.” El socialismo internacional, los Soviets con democracia obrera, la defensa de existencia de varios partidos obreros y la lucha por extender la revolución fuera de las fronteras, comenzaron a molestar a esta burocracia stalinista que empezaba a falsificar las ideas leninistas y a hacerse de privilegios materiales, es decir, a vivir mejor que el resto de la sociedad.

Por esta lucha contra la burocracia, León Trotsky fue expulsado primero del partido por el stalinismo, luego fue desterrado y finalmente obligado a exiliarse. Al interior de Rusia, miles de militantes comenzaron a ser perseguidos, calumniados, encarcelados y tratados de contrarrevolucionarios y finalmente desaparecidos. La burocracia se hizo del partido, de los soviets y comenzaron las purgas, los falsos juicios de 1936 terminaron con el asesinato de decenas de miles de revolucionarios. Pero Trotsky aún estaba en el exilio en México; allí, junto a un puñado de revolucionarios y luego de disuelta la tercera internacional por Stalin, fundarían la IV internacional.

Pero el 20 de agosto de 1940 y luego de varios intentos, un enviado de Stalin, Ramón Mercader, asesinó a Trotsky cobardemente por la espalda. A tal grado fue la persecución y asesinatos del Stalinismo, que del Comité central de 1917 que dirigió la revolución victoriosa, en 1940 el único que quedaba era Stalin. Los demás habían sido asesinados, desaparecidos o estaban en las mazmorras de la GPU. Con esto la burocracia intentaba borrar de la memoria de la clase obrera mundial la experiencia del Partido Bolchevique, de los soviets, de la democracia obrera y de que el socialismo será mundial o no será.

A pesar de todas las falsificaciones, calumnias, de los asesinatos de miles de revolucionarios por oponerse a la podrida burocracia stalinista,  la fundación de la Cuarta Internacional por Trotsky y un puñado de revolucionarios, pudo mantener viva la historia del marxismo revolucionario, el partido leninista y la lucha por el socialismo mundial. Hoy la Liga Internacional de los Trabajadores, continúa en forma humilde luchando por esos principios, con la tarea de construir el Partido mundial de la revolución socialista.

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