La juventud ha venido desarrollando un papel destacado en la lucha contra la LUC. Durante el año 2020 fueron los jóvenes quienes se organizaron y movilizaron apenas se conoció esta ley antiobrera. No es casualidad que la juventud se haya puesto al frente de esta pelea, pues varias aristas de la ley la afectan directamente, como por ejemplo los artículos relacionados a la represión.

Escrito por Federico

Son los jóvenes trabajadores y de los barrios populares los que sufren la provocación y el abuso policial cotidiano. Ahora la LUC le brinda más herramientas a la policía para profundizar ese abuso. Por ejemplo:

    • Agrava la pena por resistencia al arresto con hasta tres años de cárcel (art. 4). Es decir que cualquier joven que reaccione ante la provocación, abuso y prepotencia policial puede establecerse arbitrariamente como “resistencia” al arresto.
    • Extiende el plazo que tiene la policía para comunicar a Fiscalía la detención de una persona o de las actuaciones policiales de 2 a 4hs (art 18 y art 46), dejando al detenido en una situación de mayor indefensión a posibles abusos.
    • Declaraciones “voluntarias” del indagado ante la policía (art. 21), otorgando a esta más facultades para interrogar, sin necesidad de pasar inmediatamente a un fiscal.
    • Habilita la “oportunidad del uso de la fuerza” (art 45), cuando el personal policial advierta (de forma totalmente arbitraria) la “inminencia de daño” o cuando manifestaciones “perturben gravemente el orden público”, pudiendo llegar a permitir el uso de armas de fuego.
    • Se permite a la policía conducir a la comisaria a personas cuando cren que hay indicios de fundados de “hechos de apariencia delictiva” (art 52).

La juventud uruguaya, estudiante, trabajadora, de los barrios populares, ha demostrado en varias oportunidades que está dispuesta a organizarse y enfrentar estas medidas represivas.

Así se hizo organizando decenas de comisiones, organizaciones barriales y movilizaciones contra la iniciativa de la derecha de bajar la edad de imputabilidad en 2014 y contra la campaña “vivir sin miedo” de Larrañaga en 2019; ambas iniciativas que terminaron derrotadas en las urnas debido a esa lucha desde abajo. Ahora contra la LUC, estos nostálgicos del garrote contra los jóvenes y trabajadores nuevamente retoman varias de esas iniciativas represivas.

Una vez más la juventud jugará un rol importante en esta batalla contra el aumento de la represión. Para ello, la organización y lucha desde abajo es el camino, unificando esta pelea con el resto de los conflictos obreros en curso.