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El Cerro y la lucha contra la reforma mercantilista…

El jueves 1° de setiembre Robert Silva presidente del CODICEN vio frustrada su exposición en el barrio del Cerro sobre la “reforma educativa”. Su presencia en el histórico barrio obrero se dio en medio de un conflicto docente estudiantil, que desde el gobierno se ha respondido con el desalojo policial y haciendo oídos sordos a los reclamos. Ese día la situación fue agravada por la presencia de “patovicas colocados en la entrada” que patearon de forma solapada a los estudiantes para que no ingresaran. Esto fue sin duda un acto de provocación de las autoridades.

Uno de los representantes estudiantiles del Instituto de Profesores Artigas (IPA), denunció que al intentar ingresar fueron golpeados por “patovicas que habían contratado, y que no nos dejaron entrar, nos cagaron a patadas por lo bajo». (…) “alguna experiencia policial tenían” porque “fueron bastante vivos” de pegarles patadas por lo bajo “para que no saliera en cámara”.

Silva, que ha denominado a estos encuentros “Cara a Cara”, lo que intenta es imponer y quiere que se acepte sin protestas una reforma mercantilista dictada por el Banco Mundial y la OCDE, que él y todo el gobierno de derecha le colocan el pomposo nombre de “transformación educativa”.

Silva y los partidos de derecha

El jueves pasado hubo una gran protesta estudiantil, acompañada por docentes y vecinos del barrio Cerro. Como siempre se corearon consignas, con alguna “mala palabra”, de aquellas sobre las que escribió Eduardo Galeano*. Y cuando se marchaba Robert Silva fue roto el vidrio trasero de la camioneta oficial con una piedra.

Alrededor de rotura del vidrio, las “malas palabras” y la protesta, Silva calificó lo sucedido de «lamentable» y habló de “hostigamiento y censura. Dirigiéndose a los estudiantes dijo: «Creo que no condice con la condición de quienes, en definitiva, están estudiando la docencia».

Todos los dirigentes de la derecha salieron a respaldar a Silva y calificar como violenta la protesta: “en este país democrático y republicano hay cosas que no pueden pasar”. En una jornada donde quienes impidieron el ingreso al “cara a Cara”, fueron las autoridades educativas, censurado la voz de los estudiantes, se colocaron con la ayuda de los grandes medios de comunicación en el lugar de “victimas”, y las imágenes del vidrio roto fueron su única defensa.

Dos varas para medir los vidrios rotos

El 31 de agosto el diario El País, en un lugar secundario, informaba que hacia veinte días se habían roto los vidrios de una parte del Memorial a los Detenidos Desaparecidos en el Cerro de Montevideo. La noticia llevaba semanas en las redes y no escuchamos en este país “republicano y democrático” ninguna declaración enfática sobre los hechos, donde no hay detenidos ya que informan que las cámaras del Ministerio del Interior en ese lugar, están rotas desde hace tiempo.

Esos vidrios donde figuran los nombres de detenidos desaparecidos, de cientos de vidas masacradas por la dictadura cívico militar y que hace parte de la historia reciente, no sonó igual que el vidrió de la camioneta, ni para el gobierno, ni para la oposición.

Tampoco escuchamos a nadie decir nada cuando Manini Ríos, declaró que hay “que terminar con esta crispación” hablando de las ocupaciones y la protesta en el Cerro. Este acérrimo defensor, de los violadores de DDHH, torturadores y golpistas, que no se cansa de pedir que los dejen en libertad, sale a recomendar que se debe “terminar con la crispación”. Sabiendo lo que defiende este partido de ultraderecha, sospechamos las formas y métodos que quisiera aplicar el ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Una postura lamentable

Mientras muchos docentes, estudiantes y jóvenes frenteamplistas hacen parte de la lucha ocupan centros de estudio, pelean contra la mercantilización de la educación pública y resisten los intentos de destrucción de la herramienta sindical docente, la alta dirigencia del FA termina haciendo coro junto a la derecha.

Fernando Pereira, presidente del FA luego de la validar por un lado la presencia de Silva para defender la reforma y por otro lado la protesta, termina afirmando: “Estas legitimidades no pueden validar actitudes violentas, como la rotura de la camioneta en la que se transportaba el presidente del Codicen, y por lo tanto hay que condenarla. Estas cosas no nos pueden pasar como sociedad”, dijo Pereira. (2) Legisladores y dirigentes del FA también expresaron su “rechazo ante las agresiones”, lo mismo hizo la alta dirigencia de la FENAPES.

Quieren desprestigiar la lucha de las bases estudiantiles y docentes

Como la lucha contra la reforma educativa tomó mucha fuerza y simpatía en la población, el gobierno se juega ahora a desprestigiarla, para terminar con la “crispación”. Pero no es que el gobierno esté fuerte para llevarla adelante. Lamentablemente la dirigencia del FA y la burocracia sindical son otro problema con el cual nos enfrentamos. Basta recordar que, en 2015, el propio gobierno del FA quiso imponer la esencialidad y la mayoría de las direcciones sindicales firmaron un acuerdo a espaldas de las bases docentes.

El camino de organización y lucha desde las bases

La juventud estudiantil y trabajadora que viene estando al frente de las luchas desde la pelea contra la LUC y ahora contra la reforma mercantilista, debe organizar y fortalecer el conflicto estudiantil-docente desde las bases. Es necesaria la unidad, necesitamos asambleas masivas en forma conjunta de estudiantes y docentes.  En ese camino debemos discutir cómo preparar la consigna que se corea en las movilizaciones: la Huelga General. Sin duda una medida tan importante necesitará colocar al frente de la misma una nueva dirección, que quiera derrotar los planes de destrucción de la educación pública que lleva adelante el gobierno de derecha y sus cómplices.

*Eduardo Galeano: Malas palabras

Ximena Dahm andaba muy nerviosa, porque aquella mañana iba a iniciar su vida en la escuela. Corriendo iba de un espejo al otro, por toda la casa; y en uno de esos ires y venires, tropezó con un bolso y cayó desparramada al piso. No lloró, pero se enojó:

—¿Qué hace esta mierda acá?

La madre educó:

—Mijita, eso no se dice.

Y Ximena, desde el piso, quiso saber:

—¿Para qué existen, mamá, las palabras que no se dicen?

 Fuentes

1) https://www.teledoce.com/telemundo/nacionales/incidentes-en-la-presentacion-de-robert-silva-en-el-cerro- hostigamiento-canticos-y-rotura-del-vehiculo-en-que-se-trasladaba/
2) https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Senadores-de-la-coalicion-republicana-condenaron-y-repudiaronlos-ataques-a-coche-de-Silva-uc831677