¡Desmantelar el Aparato Represivo!

El Semanario Brecha ya denunciaba en enero de 2015 que altos jerarcas de Inteligencia ocultaban un “archivo paralelo”, proveniente del Servicio de Información y Defensa (SID) y del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), que en dictadura planificaban la represión.

Por Federico

Este archivo clandestino estaba compuesto por diversos materiales, no solo de Elmar Castiglioni, sino también de su tío, Victor Castiglioni, quien fuese un personaje central de la inteligencia policial antes y durante la dictadura.

El allanamiento en octubre de 2015, llegó con siete años de “retraso”, pues, como afirma Samuel Blixen en Brecha, “La orden inminente para el allanamiento, en marzo de 2008, quedó en suspenso cuando la abogada Berrutti sorpresivamente elevó su renuncia al presidente Tabaré Vázquez”.[1]  Finalmente, cuando se allanó el domicilio del coronel Castiglioni, se encontraron las cajas que hoy, un año después –y a días del fallecimiento del coronel- sale a la luz parte del contenido de las mismas. Fueron 65 cajas incautadas con carpetas, cuadernos, casetes, y dvds, con información aún revelada parcialmente, sobre varios “secretos” de la dictadura.

Además de esa valiosa información, se constató que la inteligencia militar continúa su espionaje y persecución al menos hasta 2009, a pesar de haber sido restauradas las libertades democráticas en 1985. Escuchas, organigramas, datos de la vida privada de los perseguidos y los objetivos y tareas de los policías infiltrados para sacar información, son algunas de las cosas que se incautaron. Estudiaban los movimientos de los principales actores políticos (Batlle, Vázquez y diversos ministros), pero sobre todas las cosas las actividades sindicales y de militancia “de izquierda” en general: SUTEL, UNTMRA, Partido Comunista, PVP, son algunas de las organizaciones de las que sabemos recababan datos.

Castiglioni era representante de todo un sector militar y civil nostálgico del golpismo. Actuó y actúan respaldados por la impunidad que reina desde el Pacto del Club Naval, donde se negoció la salida de la dictadura. Son esos mismos militares impunes los que siguen actuando políticamente. No es casualidad que Castiglioni fuera además vocero del Foro Libertad y Concordia, una agrupación de ultraderecha que reivindica el actuar de la dictadura y defiende a militares torturadores.

Que estos nostálgicos del golpismo tengan estas libertades, no es más que el producto de una política que quiere “dar vuelta la página” sin obtener verdad y justicia.

El Frente Amplio en el gobierno, al igual que lo hicieron blancos y colorados, siguió garantizando la impunidad para la inmensa mayoría de estos personajes, a pesar de meter un puñado de los milicos más odiados en cárceles de lujo.

Estos métodos de la dictadura que se siguen aplicando, deben ser ampliamente repudiados por todas las organizaciones que reivindiquen la defensa de las libertades democráticas. Los organismos de DDHH, los sindicatos y el movimiento estudiantil deben movilizarse. Hay que exigir Juicio y Castigo y el desmantelamiento de todo aparato represivo.

[1] http://brecha.com.uy/servicios-continuados/

 


De sufrir la represión a dirigirla

Tenemos que agregar además, que le gobierno no solo mantiene la impunidad. También dirige y utiliza todo este andamiaje podrido heredado de la dictadura. Los dirigentes del Frente Amplio, quienes muchos de ellos, junto con su militancia, sufrieron la persecución,  hoy cumplen el triste papel de dirigirla, utilizando viejos métodos reaccionarios. Es común ver en las marchas a los policías filmando y sacando fotos a los manifestantes. Tenemos el ejemplo de las infiltraciones de policías a movilizaciones, el intento de funcionarios de inteligencia -vestidos de particular- en detener sin orden judicial a Marcelo Hospitale en el marco del conflicto por la ocupación del CODICEN donde se reprimió salvajemente, o la citación a declarar a un estudiante identificado por su tarjeta magnética y una filmación de CUTCSA.

El software de espionaje “El Guardián”, la presencia masiva de cámaras en la ciudad y lugares públicos que nos venden diciéndonos que son para nuestra “seguridad”, en realidad serán utilizado principalmente con fines políticos. Por eso, debemos luchar por el desmantelamiento del aparato represivo (incluidos los servicios de inteligencia) y el juicio y castigo a los torturadores de la dictadura.  


 

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