Ya el año pasado la «transformación educativa» del gobierno estuvo en boca de todos por
recortar contenidos, quitar materias y docentes. Este mismo año los trabajadores de UTU
tuvieron muchas menos horas para elegir, por lo tanto, teniendo menos sueldo. Este año
subieron la apuesta en los ataques a la educación atacando directamente a estudiantes y
docentes. Uno de los casos más notorios fue el de los estudiantes del IAVA, quienes
tuvieron que defender en enormes movilizaciones el derecho a tener un salón gremial y el
trabajo de su director quien fue destituido por defenderlos.

Mientras las autoridades se preocupan por quitar el salón gremial, el liceo se cae a pedazos
por falta de arreglos. Y esto no sucede solo en el IAVA, otros liceos, como el Dámaso,
también están en pésimas condiciones, como han mostrado los estudiantes. El liceo Zorrilla
también fue ocupado y desalojado por la policía, yendo al lugar incluso la Guardia
Republicana y pidiendo datos a los estudiantes.

Las escuelas también están en problemas

En mayo una maestra falleció en la escuela y las autoridades siguieron como si nada.
Ademu decidió entonces parar como medida. Lo cierto es que hace tiempo a las
autoridades les importa poco la salud de los docentes. Y con el paro vinieron los
comentarios sobre cómo las maestras son responsables de la alimentación de los niños.
Siempre que hay una lucha y un paro quieren frenarlo poniendo a las infancias como
excusa cuando en realidad son ellos los que quitan derechos y dan las peores condiciones
laborales demostrando que no les importan para nada los niños.

A eso sumemos que frente a la crisis hídrica que estamos viviendo no se está dando la
cantidad necesaria de agua para consumo. A la regla de un plato por niño sin repetición,
cuando muchos de esos niños solo comen en la escuela, se suma la regla de un vaso por
niño y la menor cantidad posible de agua para consumo. Entonces, ¿quiénes son los que
descuidan a los niños?

Y además de todo esto el ministro de Educación, Pablo da Silveira, dice ahora que no habrá
un aumento en los salarios de los docentes porque «son un grupo privilegiado». Nos
gustaría ver que él, quien cobra mucho más, sobreviva con un sueldo de docente y todavía
aguante las condiciones precarias de trabajo, con edificios que se caen a pedazos y menos
horas docentes en asignaturas importantes.

La educación es hoy en día uno de los sectores más atacados por el gobierno. Desde IST
saludamos la acción de los estudiantes de secundaria con sus ocupaciones y denunciamos
la transformación educativa que tanto daño hace a los contenidos educativos y al empleo de
los docentes. Convocamos a una lucha conjunta de todos los actores de la educación,
estudiantes y docentes de todas las áreas, contra este gobierno que va en contra de los
derechos humanos.