En medio del fuerte ajuste que nos aplica el gobierno a obreros y jubilados; mientras nuestras necesidades mínimas, como el salario, el presupuesto de la educación y salud pública son respondidas con una negativa. Cuando en medio del barro y el frío en los barrios más humildes los trabajadores y desocupados son empujados a vivir sometidos a las máximas violencias. Cuando este sistema social capitalista ha tornado insoportable la vida de mucha gente empujándolos a vivir en “refugios” y en la calle; en medio de todos estos atropellos aparece una vez más la vieja cantinela de los caudillos, los candidatos y las elecciones.

Editorial Rebelión n°49 – Agosto 2018

A pesar de que falta más de un año, los partidos que representan a los diferentes sectores de los patrones, tanto la vieja derecha como el Frente Amplio, comienzan a desviar las luchas hacia el terreno electoral. Para ello desatan una campaña propagandística de promesas y mentiras que jamás cumplirán.

Larrañaga y los blancos ante la gran problemática social de la violencia, lanzaron la campaña “vivir sin miedo” y sus candidatos critican al gobierno por la falta de soluciones. Novick y el ex fiscal Zubía (este último hijo de un alto militar de la dictadura), nos dicen que con mano dura su partido solucionará nuestros problemas. Los colorados, que casi han desaparecido con figuras siniestras como Pedro Bordaberry, y el partido Independiente forman parte de esta misma comparsa.

Camuflados con un disfraz de izquierda y bajo la campaña de “cuidar las conquistas” y “enfrentar la restauración neoliberal”, el Frente Amplio ha desatado un pelea en su interna para ver quienes serán sus candidatos. Fueron primero las reuniones entre Astori y Mujica, y a ellos se sumaron Carolina Cosse, Daniel Martínez y otros.

El FA inmerso en una crisis producto de sus políticas de ajuste, salarios sumergidos, privatizaciones, aumento de las leyes represivas contra los trabajadores y una política de Derechos Humanos atada al pacto del Club Naval que mantiene a la mayoría de torturadores, asesinos y golpistas en libertad, se ha sumado a este circo electoral. Y seguro nos volverán a decir que son “los menos malos” que necesitan un nuevo gobierno para “cerrar el paso a la derecha.”

Pero todos, FA, Blancos, Colorados, Novick e Independientes, son los que hoy aplican el ajuste, nos recortan derechos y todos estos dirigentes están hundidos en la corrupción inherente a gobernar en el capitalismo. Todos quieren ser gobierno y se pelean para demostrar que fueron y serán dóciles y serviles a los patrones y a los organismos internacionales.

Todos ellos son sumisos al pago de la fraudulenta deuda externa y el dinero para pagar lo sacarán de profundizar el ajuste hacia los trabajadores, jubilados y los más pobres. Sumado a lo anterior nos anuncian que van a aumentar la edad para poder jubilarnos, y serán tantas las nuevas exigencias que la mayoría de los que trabajamos nos moriremos antes de poder tramitar la jubilación. Es que a pesar de sus peleas públicas estos partidos tienen de fondo los mismos planes. La diferencia entre ellos es por el control del aparato de gobierno, que les otorga a quien lo tenga cargos para sus parientes y amigos, la mordida en el curro privatizador, las coimas, favorecer a los patrones más cercanos que representan y aplicar los planes del imperialismo para recoger algunas migajas.

Nuestra tarea: organizar y continuar la lucha

Los trabajadores, estudiantes y jubilados, no debemos entrar en este circo electoral. Falta más de un año para las elecciones y la burguesía está desplegando todo su aparato propagandístico para desviar y contener nuestra bronca, nuestras luchas y peleas.
Intentan que depositemos toda nuestra confianza en algún candidato que nos prometerá para luego de las elecciones solucionar nuestros problemas.

Las elecciones son el gran pantano donde quieren enterrar nuestras luchas y reclamos. No somos sectarios, no nos negamos a la participación en las elecciones, pero hoy la necesidad de los obreros, jubilados y estudiantes es otra.

Están en curso decenas de conflictos, generados ante el atropello patronal en los Consejos de Salarios, en las movilizaciones por los derechos de la mujer, con los reclamos y  paros en varios sectores de la educación. Aumentan los despidos en la industria y junto con ello sube el número de desocupados y el empleo informal y precario.

Tenemos una prioridad, organizarnos para luchar, para detener estos atropellos. Con la lucha fue que logramos nuestras conquistas, en la calle movilizados fue que se echaron a varios gobiernos en la región y en el mundo. Es por ese camino que debemos ir para avanzar. El paro del 22 de agosto debe tener continuidad, es una necesidad mantenernos movilizados y unificar todos los conflictos.

En los lugares de trabajo, en los barrios y centros de estudio debemos conversar pacientemente con cada obrero, docente, estudiante y jubilado, acompañar cada lucha cada conflicto, estar codo a codo en la calle por las necesidades inmediatas y afirmar que esta pelea también es una lucha política. Que es necesario en ella poner las bases para construir el partido socialista, revolucionario e internacional para dar una gran pelea de fondo que es imponer el socialismo con democracia obrera en Uruguay y en el mundo. Desde IST te invitamos a venir con nosotros y ayudarnos en esa tarea.