¡Basta de violencia hacia las mujeres!

¡Contra el sistema que naturaliza el machismo!

La lucha de las trabajadoras de los supermercados y shopping en estos días; la pelea y ocupación de las obreras que la pesquera Fripur dejó en la calle, y el asesinato de Dorita en Paysandú, son caras de la misma violencia contra las mujeres que ejerce este sistema capitalista. Necesitamos organizarnos y luchar, junto a las compañeras y compañeros de la clase trabajadora.

Por Katia

“Me hicieron sacar” dijo el autor del triple feminicidio en Mendoza, Argentina. Pero, ¿no es eso lo que solemos hacer las mujeres cuando nos vestimos como queremos, salimos a trabajar y peleamos por nuestros derechos? Cada vez que no seguimos las reglas del patriarcado, hacemos “sacar” a alguien. Cuando decidimos sobre nuestro cuerpo, cuando hacemos notar que estamos cobrando miserias, que están abusando de nosotras, que nos están matando. Siempre hacemos “sacar” a alguien, desde el macho que está acostumbrado a serlo, hasta los gobernantes que ven como peligra un modo de vida que les da beneficios, que nos desestabiliza como clase obrera. Porque aparte de todo se trata de eso, de separarnos de nuestros compañeros trabajadores, para poder ejercer opresión mayor sobre nosotras.

El género nos une, la clase nos divide

Pero a pesar de que sabemos que esta violencia machista existe, sabemos también que existe en función de un sistema. Si así nos tratan, es porque a alguien le sirve y ese alguien está en función del sistema capitalista. Es por eso que tenemos que darnos cuenta de algo fundamental: todas las mujeres sufrimos opresión, abusos, violencia, pero solo algunas de nosotras somos explotadas por la clase dominante. No podemos creer que todas las mujeres son iguales: esto sería un error como clase, sería pensar que todos estamos al mismo nivel en poder económico y social. No, no somos iguales a Cristina Kirchner, Dilma o Merkel. Ellas ejercen la explotación incluso sobre su propio género.

Fue el caso de Remersaro, ex directora de Contaduría General de la Nación, quien tenía un prostíbulo en su propiedad. Este tipo de comportamientos nos hacen ver claramente que el ataque es hacia las mujeres pobres y trabajadoras. No se trata de un ataque hacia las gobernantes mujeres porque sean mujeres, como se dijo hace algunos días de Carolina Cosse frente a la investigación de la regasificadora.

La misoginia existe en nuestra vida diaria, debemos luchar contra aquellos que nos ven como alguien inferior, que no nos toman en cuenta y tratan de quitarnos derechos. Es una falta de respeto hacia nuestra clase el hecho de que mujeres en el poder intenten desviar la discusión de la corrupción diciendo que son cuestionadas por “ser mujeres”.

Ni una menos

Las mujeres morimos todos los días víctimas de la violencia machista y de los abortos clandestinos. Tenemos una Ley del Aborto que apunta a hacer sentir culpable a la mujer y que la obliga a enfrentarse a objeciones de conciencia de médicos machistas. Para las ricas, como Remersaro o Cosse, la opción de un aborto pago y seguro siempre está presente.

Los feminicidios son la segunda causa de los homicidios en Uruguay y el segundo delito más frecuente después del hurto, según datos de La República. Está claro que la consigna Ni Una Menos está más vigente que nunca. Nos matan no solo nuestros esposos, padres y hermanos, sino que ni siquiera podemos salir a la calle por miedo a que alguien nos considere su propiedad.

Quedarse en casa no es la opción, la opción es terminar con un tipo de sistema que perpetúa la idea de que la mujeres debe estar bajo cuatro paredes y cuidarse las espaldas. El mismo que nos dice que nuestros jefes y compañeros de trabajo tienen derecho a acosarnos, que debemos aceptar empleos por menos salario o ser rechazadas si somos madres.

Esta pelea no es solo nuestra. Todas las mujeres somos oprimidas y explotadas, pero necesitamos la ayuda de nuestros compañeros para dar esta pelea. La lucha se da en las calles con los trabajadores y contra los poderosos que prefieren explotarnos y dividirnos. Es necesario terminar con el capitalismo, porque solo así caerá también completamente la violencia machista, la opresión y la explotación.

-¡Ni una menos!

Basta de feminicidios

-¡Por igual salario para las mujeres!

-Guarderías gratuitas y oportunidades laborales para las madres

-¡Contra la explotación sexual de todo tipo!

-¡Que la Ley del Aborto funcione realmente!

No a las pautas de rebaja salarial del gobierno y las patronales

Unificar todas las luchas en una sola para derrotar la política del gobierno y las patronales

Luchemos juntas: organízate con IST la lucha es internacional construyamos la LIT-CI

 

 

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