Las masas han tomado las calles en México. Millares de personas hartas de la violencia han salido a las calles enfurecidas y no es para menos. El Estado mexicano y sus instituciones están totalmente corrompidas, con políticos actuando directamente al servicio del narcotráfico, y utilizando el terror como método permanente de control social. Las torturas, secuestros, los asesinatos violentísimos, las fosas clandestias, los cuerpos exhibidos en puentes, plazas o en plena calle, buscan ser una muestra de poderío por parte de los cartels y las bandas del narcotráfico. Una muestra de su total impunidad y que actúan a su voluntad sin ningún tipo de consecuencia, e incluso con la connivencia de los partidos del régimen que actúan a su servicio.
El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa es la punta del iceberg, y el detonante que saca a luz la situación de México. El narcotráfico hace aportes a los partidos, paga sus campañas, coloca hasta sus propios candidatos, y tiene influencia, o directamente controla las policías de los municipios.
A esta mafia están ligados no solo del PRI y el PAN, sino también al PRD, que se autodenomina como “de izquierda”. El PRD, gobierna el Estado de Guerrero y el municipio de Iguala, donde fue perpetrada la masacre con los estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Iguala es un emblema que muestra lo podrido de este régimen. Tanto el PRI, el PAN y el PRD, sostienen una complicidad estrecha con el narco, las multinacionales y los EEUU, que han profundizado en las últimas décadas, y de las cuales hoy vemos las trágicas consecuencias.
El terror para garantizar el saqueo
Tanto el PRI de Enrique Peña Nieto (partido que gobernó por más de 70 años el país), como el PAN (que gobernó primero con Vicente Fox, y luego con Felipe Calderón, entre el 2000 y el 2012), han desfilado por el gobierno, aplicando un plan de contrarreformas al servicio del imperialismo y las multinacionales. La modificación a la Ley Federal de Trabajo que quitó conquistas históricas, el ataque a la educación pública para que el estado se desentienda cada vez más de la misma, y la privatización de empresas públicas como la histórica Pemex (Petróleos Mexicanos) -que fue expropiada en 1938 por el gobierno de Lázaro Cárdenas después de una lucha implacable de sus obreros- hoy está siendo entregada a los pulpos internacionales que saquean el planeta como Shell, Chevron o Exxon.
El “Pacto por México” es la máxima expresión de este proyecto neoliberal y fue firmado en el año 2012 por miembros del PRI, del PAN y del PRD, quienes actúan en conjunto, tanto en la represión y el terror contra el pueblo, como en los planes económicos al servicio de los millonarios de siempre.
Como consecuencia, en México hay más de 50 millones de personas en la pobreza, y muchísimas que según cifras oficiales no son pobres, pero tienen serias dificultades, con trabajos chatarra y salarios muy bajos que solo permiten la subsistencia.
Esta situación que viven los trabajadores y el pueblo, se contrasta con la inmensa riqueza que concentra una minoría privilegiada de magnates.
México este año fue colocado en el puesto 21 (de 40) con el mayor número de multimillonarios (que cuentan con una riqueza individual superior a los mil millones de dólares) de acuerdo con el censo Wealth and UBS Billionaire 2014 (Riqueza y Billonarios 2014) [1].
Carlos Slim es el máximo exponente, lidera la lista de billonarios, es dueño de la empresa telefónica Claro y propietario de las principales empresas mexicanas que cotizan en bolsa. A él se suman dueños de minas, de canales de TV, bancos y hasta alguno de los principales narcos del país, que suelen salir en la revista Forbes como los hombres más ricos del país.
Estos magnates y las empresas multinacionales, se han visto beneficiadas en todos estos años por los gobiernos del PAN y el PRI. Se han enriquecido a costa de la miseria de la mayoría del pueblo mexicano, que tiene que soportar penosas condiciones de vida y la sangrienta violencia de políticos y narcos.
La guerra es contra el pueblo
El terror y la represión es centralmente utilizado contra los trabajadores y el pueblo. La militarización de la sociedad, el aumento de la represión y el endurecimiento de las layes, que dio un salto cualitativo con la política de “guerra contra el narcotráfico” alentada por los EEUU, muestra su verdadera cara.
Lejos de tener como objetivo a los narcos –quienes están siendo constantemente beneficiados-, es utilizado para frenar cualquier tipo de ascenso en las luchas populares contra estas políticas antiobreras que tienen a México en la miseria. Les garantiza a los multimillonarios y a la burguesía mexicana y extranjera, mantener sus ganancias fabulosas, desarmando y liquidando físicamente cualquier tipo de resistencia popular, cualquier tipo de intento de organización y lucha que cuestione aunque sea de forma inconsciente este régimen y sus prácticas. No es casualidad, que esta última masacre haya sido contra estudiantes de una de las escuelas con mayor tradición de lucha, como lo es la Escuela Normal de Ayotzinapa.
Comienza a agrietarse su pacto del terror
Pero la burguesía junto a sus políticos, que pensaron que podrían mantener su impunidad por toda la eternidad, se vieron sorprendidas por la reacción popular luego de los hechos de Ayotzniapa. Se hacen cada vez más frecuentes las protestas masivas en todo México, las masas en las calles saben que “fue el Estado”, y exigen de forma justificada que Peña Nieto renuncie.
Las universidades se han paralizado, los estudiantes toman las estaciones de metro y aeropuertos. Las sedes de los partidos como el PRI, el PAN y el PRD están siendo atacadas e incendiadas junto al Congreso del estado de Guerrero, en una muestra clara del rechazo popular que existe a este narcorégimen podrido que el pueblo mexicano se ha cansado de soportar.
La respuesta del gobierno hasta ahora, solo ha sido el obstaculizar cualquier tipo de investigación, y frente a las movilizaciones multitudinarias ha ordenado la represión… es decir, continuando su política de violencia contra el pueblo, para evitar cualquier tipo de perjuicio político o económico de los magnates, sean estos de las ramas legales de la economía, o de las ilegales como el narcotráfico.
Los trabajadores, estudiantes, y el pueblo de México están desafiando a un régimen podrido y su indignación crece cada día más. Su lucha es un ejemplo para el resto de los pueblos, y por eso debemos solidarizarnos desde todos los países, como viene sucediendo a lo largo y ancho de todo el mundo.
Desde IST y la LIT-CI, estamos participando en cada actividad y movilización, tanto en México como en el resto de los países donde estamos presentes, para exigir el fin de la represión y el juicio y castigo para todos los culpables materiales y políticos.
En nuestro país, varios dirigentes frenteamplistas se han expresado condenando la barbarie del estado mexicano. Lo mismo ha sucedido en nuestro continente y en muchos países. Estos gobiernos que se hacen llamar “progresistas” e incluso “de izquierda”, deberían pasar de las palabras a las acciones, rompiendo relaciones inmediatamente con el gobierno asesino de México para aislarlo en su impunidad, y exigir justicia y castigo, en total apoyo a la lucha del pueblo de México.
¡Continuemos en las calles, en México y en el mundo!
- ¡Todo el apoyo a la lucha del pueblo de México!
- ¡Justicia por los estudiantes de Ayotzinapa y todos los perseguidos por el Estado!
- ¡Castigo a todos los responsables materiales, intelectuales y políticos!
- ¡Fuera Peña Nieto!
- ¡Abajo el régimen del terror del estado Mexicano sostenido por el PAN-PRI-PRD!
- ¡Por la inmediata ruptura de relaciones con el gobierno asesino de México!
[1] http://www.billionairecensus.com/home.php