Nuevamente el gobierno del Frente Amplio limita el derecho de huelga. Esta vez la declaración de “esencialidad” ha sido contra los trabajadores de ASSE. El justo reclamo que levantan, es el cumplimiento del Convenio Colectivo y un ajuste salarial de apenas 3,5% sobre la inflación. La respuesta del gobierno de Tabaré Vázquez ha sido nuevamente el recorte de derechos. El dirigente del PIT-CNT, Fernando Pereira, afirmó que las autoridades “no pueden decir que –los servicios- son todos esenciales, porque entonces se prohíbe la huelga».

La Rendición de Cuentas contraria a los trabajadores que presentó el gobierno de Tabaré Vázquez, está pasando en el parlamento con los votos de todos los partidos patronales. El FA, Blancos, Colorados, Novick y el PI. Ellos tienen un acuerdo de fondo: pagar la deuda externa y gobernar para los grandes patrones. Se pelean para la televisión, pero están todos de acuerdo en defender la política al servicio de los ricos. También todos ellos cierran filas y apoyan las medidas de “esencialidad” con la que están de hecho, prohibiendo el derecho de huelga, como dice Pereira.

Ante este panorama, la cúpula del PIT-CNT dice que evalúa realizar un paro en los próximos diez días. Hay que exigirle a estos dirigentes que el paro debe ser de inmediato. La lucha se está dando ahora, y la solidaridad es necesaria de forma urgente. Exijamos que la Central rompa la conciliación con el gobierno y se concrete ya el llamado a un paro de 24 horas con movilización, cortes de calles y piquetes. Este debe ser el comienzo de un plan de lucha decidido en grandes asambleas de base, que tenga continuidad hasta que caiga la esencialidad y además, que sean aceptados todos los reclamos de los gremios en lucha.

Nos quieren rebajar los sueldos, nos recortan el presupuesto en la salud, nos mienten y no van a dar el 6% del PBI, prometido para Educación. Nos quieren arreglar con 5 millones para el Clínicas y se necesitan 120. Hay que redoblar la pelea y salir a las calles. Llamamos a todos los trabajadores a organizarnos y declararnos en contra de la esencialidad. Debemos tomar el ejemplo de la movilización en 2015, cuando 50mil personas salimos a la calle para repudiar la esencialidad en la educación y logramos hacer retroceder al gobierno. ¡Ese es el camino!