El asesinato de Trotsky, unos de los máximos dirigentes de la Revolución Rusa junto a Lenin, fue ejecutado por un sicario enviado por Stalin. Este crimen logró asestar a la clase obrera y al socialismo revolucionario mundial un gravísimo golpe.

Escrito por Juan Ranchos

La burocracia que se había enquistado en el Estado Obrero, tenía como máximo exponente José Stalin. Él perseguía a Trotsky y cientos de destacados revolucionarios ya que intentaba barrer de la memoria colectiva, no sólo a uno de los grandes dirigentes del octubre rojo, sino también todo el acervo teórico y el programa revolucionario del marxismo.

Para lograr este objetivo la burocracia utilizó la calumnia, el engaño y las mentiras, además se vio favorecida por el declive de la revolución mundial.

Con Lenin, y más aún luego de su muerte, Trotsky venía dando un batalla contra una burocracia que estaba apoderándose de los cargos y comenzaba a hacerse de privilegios en el nuevo Estado Obrero. Su posterior expulsión del país y su obligado exilio, no haría más que reafirmar esa lucha contra la burocracia, en la que contaba con muchos revolucionarios que lo acompañaban, aún en épocas muy difíciles, cuando se desarrollaba el ascenso del fascismo y de Hitler.

Trotsky fue perseguido tan duramente por la burocracia, que lo intentó  quebrar y desmoralizar asesinando a muchos de sus colaboradores cercanos e incluso a sus hijos.

En medio de grandes derrotas de la clase obrera, los falsos juicios de Moscú, y el crimen en masa de miles de luchadores, intentaron acallar las críticas de Trotsky a la burocracia y liquidar la  teoría marxista.

Su objetivo era impedir también que diera continuidad al partido Leninista y la revolución mundial.
Stalin quería perpetuar la idea del partido único, el socialismo en un solo país, la colaboración de clases con los patrones en los frentes populares y la convivencia pacífica con el imperialismo. Estas bases eran las que garantizaban a estos parásitos los grandes privilegios y sus enormes prebendas.

Para los trabajadores esta política siniestra significó grandes derrotas y enormes sufrimientos. Fue esta política y teoría la que erosionó y terminó llevando a la pérdida y destrucción de todos los estados obreros que existían en el mundo y hasta el desprestigio del socialismo.

A Pesar de los grandes crímenes de la burocracia, y siendo Trotsky consciente de que su asesinato estaba cercano, ya que era un objetivo político de Stalin, en el año 1938 y en medio del degeneramiento total de los partidos comunistas, fundó la IV Internacional.  

Lo que logró Trotsky antes de su asesinato, fue dejarnos el legado fundamental, las bases teóricas de Marx, Engels, Lenin y muchos otros revolucionarios y la experiencia de quienes fueron además de grandes teóricos participantes directos y dirigentes de revoluciones. A ello Trotsky sumó importantes aportes y análisis incluidos los que explican el porqué de la burocracia, y herramientas para estar mejor preparados para su combate.

El programa marxista nos enseña que el socialismo será mundial o no será, que la conquista del poder en un país es solamente una palanca para la revolución mundial. Que no puede existir la coexistencia pacífica con nuestro mayor enemigo que es el imperialismo.  Y que con los gobiernos de colaboración de clases no habrá ninguna salida y que en cada país es necesario hacer una revolución social.

Pero Trotsky aprendió de Lenin que todo eso es imposible si no contamos con la Internacional y el partido revolucionario. Que la organización revolucionaria es condición indispensable para el triunfo de la revolución obrera mundial.

Por eso fundó la IV e intentaba desarrollar partidos en todos los países, la revolución de octubre marcó a fuego esa necesidad teórica que se confirmaba en la práctica.  

Hoy a 78 años de sus asesinato el mejor  homenaje es tomar en nuestras manos la tarea de construir el partido revolucionario y socialista  y la Internacional, esa tarea es la que debemos llevar adelante todos quienes nos reivindicamos marxistas y revolucionarios.

La LIT-CI y la reconstrucción de la IV

La Liga Internacional de los Trabajadores de la cual forma parte IST, es una Internacional de tipo leninista que defiende un programa revolucionario y socialista, de la cual hacen parte partidos que actuamos en distintos países sobre la base de un programa también obrero y socialista. Nuestro proyecto estratégico es reconstruir la IV Internacional, fundada por León Trotsky en 1938, pues la consideramos una herramienta indispensable para la lucha por la Revolución Socialista Mundial.

Creemos firmemente que la actuación de nuestros partidos deben construirse en la lucha de clases. Es desde ella que peleamos junto a los trabajadores por las necesidades inmediatas, como lo son el salario, la vivienda, la educación, el castigo a los genocidas, la luchas de la mujer por sus derechos y el de todas la minorías explotadas y oprimidas.

Pero sabemos también que debemos de ser capaces desde esas luchas importantes y cotidianas tender un puente en el camino hacia el socialismo y la revolución mundial.
No hay otro camino, no solo para los trabajadores, sino para la mayoría de la humanidad, que la conquista del gobierno obrero y el socialismo con democracia obrera. Y esto no es para el futuro ni para otra etapa no definida.

El socialismo es una necesidad actual y urgente. Y al decir de Trotsky las pavorosas situaciones que viven los pueblos, las guerras, la destrucción del medio ambiente, la contaminación de ríos y océanos y hasta los  alimentos, hace que las condiciones objetivas estén no solo maduras para dar ese paso “sino que se están pudriendo”.

Lo que falta y por aquello que luchamos quienes estamos en la LIT-CI, es por la condición subjetiva, la que depende de que existan personas conscientes que quieran construir la herramienta irremplazable que sirva de guía para apuntar todas esas luchas dispersas hacia las destrucción del sistema capitalista.

Solo sobre sus escombros y colocando proa al socialismo es que podremos crear una nueva sociedad. Es por ello que te llamamos a ser parte de nuestra Internacional para contribuir en esta enorme tarea.