¿Lucha de género o de clase?

En la actualidad, donde día a día se vive la violencia machista en cualquier ámbito, tenemos que abrir una discusión fraternal con todos aquellos compañeros de lucha que reivindican el feminismo como una corriente emancipadora de la mujer.

Escrito por Bruno

Primero que nada, me paro como hombre que lucha por el fin de la explotación del hombre por el hombre, tomando al socialismo como fin para ello. Segundo, como dije en la primera línea, al ser hombre, seguro que no me afecta el machismo de igual forma que afecta día a día a las mujeres. Sin embargo, mi intención es dar un punto de vista para debatir en la lucha que nos toca vivir diariamente.

El machismo nuestro de cada día

Vivimos en una sociedad profundamente machista y Uruguay no es la excepción. En nuestro país tenemos una ley de aborto que fue conquistada luego de décadas de lucha, y que la defendimos cuando los reaccionarios quisieron derogarla. Pero también es una ley con varias limitaciones, que hace que en muchos casos las mujeres no tengan acceso a este derecho por la “objeción de conciencia”, por la falta de personal, y diversas trabas que se les impone.

2015 cerró con más de 30 mujeres asesinadas por sus ex parejas. Cada veintipocos minutos se hace una denuncia de violencia doméstica, que muchas veces queda en la nada. La brecha entre hombres y mujeres permite que estas últimas perciban un salario alrededor de un cuarto menor que sus compañeros varones en una tarea de igual índole. La educación, una rama de trabajo donde trabajan muchas mujeres, fue la más conflictiva el pasado año. Lo mismo con las obreras de Fripur que luchan contra los despidos, ya que muchas son jefas de hogar, y la crisis las golpea doblemente.

El machismo beneficia a unos pocos

El machismo también afecta a los hombres. Nos inculcaron estereotipos de macho fornido, fornicador y sin sentimientos. Tenemos que ser superiores al otro y por encima de eso, a la otra. Si nos llegamos a desviar un poco de este estereotipo, de seguro nos dicen homosexuales (como si eso fuera un insulto) o inservibles. Es aquí cuando tenemos que discutir, ¿a quién beneficia el machismo?

Este pensamiento nefasto es utilizado como un método de opresión real, por parte de la clase dominante. Desde lo macro a lo micro, es funcional para separarnos y que permanezcamos sin rebelarnos. Sirve para mantener a la mujer dentro de la casa, cuidando a los hijos, realizando las tareas del hogar y pagándole los salarios más bajos (sufriendo así una doble explotación), y a los hombres peleándose cual bárbaros, mientras somos vapuleados constantemente por las patronales que nos dividen.

Pero… momento: las mujeres burguesas, ¿no son golpeadas por el machismo también?

¿Cuestión de género o cuestión de clase social?

Es cierto que las mujeres burguesas también son golpeadas por el machismo. El problema es que ellas se benefician del mismo para ejercer su estatus social. Pensemos en el conflicto de la educación, por ejemplo. María Julia Muñoz es mujer, sin embargo las políticas que ella ejerce son en contra de las mujeres que son docentes y maestras.

O un caso más abrumador: las empleadas domésticas esclavizadas en Carrasco por la familia Manhard (Nathalie Manhard incluida).Esto pone en jaque al feminismo que en sus distintas corrientes lucha por la igualdad del hombre y la mujer, pero el problema es, ¿que clase de igualdad?

Un feminismo que lucha por la igualdad de la mujer y el hombre dentro del capitalismo, tiene como meta máxima que la mujer sea capaz de explotar a los demás al igual que un hombre. Es por eso que la lucha por la igualdad de condiciones entre ambos géneros no puede ser resuelta dentro del capitalismo.

El partido y la lucha por la igualdad de género

Es aquí donde podemos citar el título del libro de una fallecida compañera de la LIT CI, “El género nos une, la clase nos divide”. Es necesaria la construcción de un partido que luche por la destrucción del capitalismo y a su vez, ponga cotidianamente el problema del género sobre la mesa para poder debatir y enriquecerse, aplastando al machismo que nos afecta a todos. El lugar de la mujer trabajadora es en la lucha diaria para defender sus derechos, al lado de los hombres trabajadores.

Nosotros proponemos construir un partido, en Izquierda Socialista de los Trabajadores y en nuestra internacional, la Liga Internacional de los Trabajadores, ¿querés unirte a esta lucha? Estas invitada/o para que juntos, varones y mujeres, luchemos por una verdadera igualdad.