Las declaraciones ante un tribunal militar por parte del genocida y teniente coronel retirado, José Gavazzo, donde se reconocen torturas, asesinatos y desapariciones, las cuales pretendían ser mantenidas bajo el pacto de silencio, tomaron estado público y se difundieron ampliamente por todos medios de comunicación.
Editorial Rebelión n°54 – Mayo de 2019
La destitución en pocas semanas de los dos comandantes en jefe, Manini Ríos y luego de quien lo suplantó, José González, junto a la baja de cuatro generales (pendiente aún de ser ejecutada), sumado a las declaraciones del nuevo comandante Claudio Feola, que refiriéndose a los desaparecidos dijo no saber “si están confirmados o no”, han generado una profunda crisis en el gobierno y golpea a todas las instituciones.
No se debe analizar o buscar respuesta a estos hechos en base a conspiraciones o a meros cálculos electorales. Estos hechos tienen una explicación, y esta es la pelea sostenida y tenaz de miles de militantes que no permitieron el olvido generacional de las atrocidades de los golpistas, y las organizaciones que continuaron reclamando Verdad y Justicia, junto a la exigencia de saber dónde están los restos de los desaparecidos.
Esta crisis abierta y las propias destituciones de la cúpula militar, son producto de esas luchas, de esa resistencia. Para Marx, “La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases”, y es desde allí las luchas que los marxistas debemos analizar los hechos que se desarrollan.
No podemos saber de antemano que tanta profundidad tomará esta crisis. Sabemos que los partidos comprometidos con la impunidad desde el Pacto del Club Naval intentarán taparla lo más posible, desviarla hacia el circo de las elecciones, todo con el objetivo de cerrarla. Pero esta tarea no les será nada fácil dada la importancia y la profundidad que el tema de los DDHH tiene en nuestro país desde finalizada la dictadura.
Lo que si podemos afirmar, es que dicha crisis, al golpear a todas las instituciones, abre una grieta por donde se pueden colar con fuerza tanto la lucha por los Derechos Humanos como todas y cada una de las peleas que tenemos por delante los trabajadores.
Hay que mencionar también que esta crisis política se combina con una situación de crisis económica que los patrones y el gobierno quieren hacer que recaer sobre los trabajadores. Somos despedidos por el cierres de fábricas y empresas, o enfrentamos rebajas salariales y precariedad laboral. Además existen más 400mil trabajadores que cobramos menos de 20mil pesos.
Todos a la calle el 20 de Mayo y continuemos la pelea
Este próximo 20 de mayo no será una movilización más. Se dará en medio de estos hechos y es muy importante que nos preparemos y organicemos para realizar una enorme movilización que exija el fin de la impunidad.
Para ello es necesario juntarnos para conversar, en fábricas, barrios, facultades y liceos, de qué forma nos preparamos rumbo a la movilización del 20 mayo. Debemos salir a la calle para gritar y reclamar Verdad, Juicio y Castigo a todos los violadores de los Derechos Humanos. Pero la pelea no termina el 20, debemos continuar juntos y profundizar la lucha uniendo a ella las decenas de conflictos que llevan adelante los trabajadores, incorporando en sus reclamos la exigencia de terminar con impunidad. Desde IST te invitamos a venir con nosotros, hace falta tu fuerza militante para meter en la cárcel a todos los genocidas de nuestra pasada historia reciente y sus cómplices.